@kike_mateu
El miércoles fue noticia la Medalla de Oro al Mérito Deportivo entregada a David Albelda con motivo del día de la Comunitat. Un homenaje institucional al eterno ‘6’ del Valencia CF por su enorme trayectoria profesional. Un justo y merecido premio al valenciano más laureado de la historia del club.
Pero lo que no deja de chirriarme es que el reconocimiento público le haya llegado antes de la Generalitat Valenciana que del club en el que forjó sus éxitos. Sigo sin comprender qué falló en la cadena para que Mestalla no haya podido despedir como corresponde a su capitán.
Ya ocurrió con Baraja similar atrocidad -sin el componente de trayectoria en el Valencia ni valenciania de Albelda-, sólo que en ese caso estaba meridianamente claro quien fue el responsable; Llorente. Y además, ‘el Pipo’ sí pudo despedirse de Mestalla como correspondía a su figura. Del mal, el menos.
El caso de Albelda es distinto. Terminó la liga sin saber su futuro deportivo -es evidente que Djukic lo tenía bastante claro- y no había órgano rector en el club para tomar decisiones al respecto. Eso no es culpa de Albelda. Quizá de algún político que pululaba el miércoles cerca del futbolista, sí.
Pero dejando a un lado el antes, desde que las cartas se pusieron encima de la mesa hasta hoy, algo ha fallado desde la institución para que el símbolo del mejor Valencia de la historia no se haya despedido con los honores que merece. Y esto lo digo con pena; creo que no ha habido voluntad suficiente para lograr un fin de fiesta como Dios manda. Y no me cansaré de repetirlo.
Solo hay que ver cómo se han volcado todos los esfuerzos en recuperar a Kempes como gran símbolo del valencianismo. Desde que Salvo llegó al cargo, se propuso entre ceja y ceja devolverle al ‘Matador’ el sitio que tiene en la historia del Valencia y que nadie se ocupó de darle. Lo consiguió y, por más que solo represente esporádicamente al club, le devuelve así el lugar que le corresponde. Kempes representa al Valencia de senyera de pana. Lejano en el tiempo pero eterno en la memoria. Ganador en España y Europa. El último gran Valencia del siglo XX.
Por eso y por tantas otras cosas, recuperar la figura de Kempes es una merecida y muy justa apuesta del club. En cambio, no veo reflejado el mismo interés en la figura de Albelda. El otro gran símbolo. Y respetando a todo el que no piense como yo, no veo muchas diferencias entre ambos emblemas de la historia del Valencia.
Albelda será siempre el estandarte che del último Valencia de leyenda. Quizás del único Valencia de leyenda.Finales de Champions, ligas galácticas, títulos europeos y la sensación de que todos estábamos viviendo algo único e irrepetible. Por eso me apena pensar que, tal vez, tenga que venir otro consejo de Administración con otro presidente al mando que, dentro de muchos años, vea en Albelda lo mismo que Salvo vio en Kempes. Lo mismo que no veo para Albelda.
Están a tiempo de solucionarlo ambos. Albelda y Salvo, únicos protagonistas de esta historia con rincones oscuros. Con voluntad, y con las dos partes hablando el mismo idioma. Ahora no lo hablan, y lógicamente no se entienden. Salvo comentó en su día que le habían ofrecido a Albelda hacer algún tipo de homenaje que el ya ex capitán declinó. Y así ocurrió. ¿Pero se han preguntado alguna vez por qué Albelda dijo no a la oferta de Salvocuando pagaría por haber podido despedirse de su Mestalla natal? Ahí están todas las respuestas.
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