Heridas coperas
Mi corazón se rompió el pasado miércoles día tres de febrero supongo que como a muchos, cada gol no era simplemente uno más en el marcador, era una patada al escudo y a la historia del Valencia C.F, inicie mi viaje a Barcelona con la ilusión de acompañar al equipo, rodeada de Valencianistas que como yo íbamos detrás de un sueño, ser finalistas de copa.
Pero se convirtió en una de mis peores pesadillas. Solo quería irme a casa y salir de ese estadio porque el equipo que había en el césped no lo reconocía.
La bajada al autobús nunca se me olvidará, dolidos, cantando y comentando el partido, mientras lo escribo creerme que se saltan las lágrimas y el escalofrío recorre mi cuerpo, pero es la única forma de pasar página.
La vuelta fue una tortura, recordar cada momento vivido hacía que doliera aún más, recordaba a los jugadores andando, impasibles y a todos nosotros viendo esa debacle que ni en mis peores sueños hubiese imaginado, solo me quedaba llorar y me sentía vacía, cada minuto era peor.
Os leía y aún lloraba más, quiero agradeceros a todos aquellos que me animaron en la vuelta con sus palabras, en ese momento dolían pero las leo cada día y ahora dan mucha fuerza.
El cansancio hizo que dejara de darle vueltas a la cabeza pero a la mañana siguiente dolía más y más hasta que llegue a tal punto de pensar, lo que paso ayer no es era Valencia, yo soy el Valencia, nunca nunca me rendiré y esto se debe solucionar, cada día que pasa recuerdo esa noche, esa vuelta y sigue doliendo y seguirá doliendo pero la vida no está hecha para los débiles y es el momento de demostrar quienes somos, sin excusas, sin miedos, el precipicio cada día lo tenemos más cerca, estamos hundidos pero sé que somos capaces de salir de esta y volver a ser El verdadero Valencia C.F.
Yo al Valencia lo amo, puede que a veces me enfadé y diga cosas que realmente no pienso y me arrepiento, pero el sufrimiento que llevamos todos esta temporada nadie lo esperaba, dejemos de críticar y esperemos que mañana nos regalen la victoria para curarnos las heridas coperas.
Pero se convirtió en una de mis peores pesadillas. Solo quería irme a casa y salir de ese estadio porque el equipo que había en el césped no lo reconocía.
La bajada al autobús nunca se me olvidará, dolidos, cantando y comentando el partido, mientras lo escribo creerme que se saltan las lágrimas y el escalofrío recorre mi cuerpo, pero es la única forma de pasar página.
La vuelta fue una tortura, recordar cada momento vivido hacía que doliera aún más, recordaba a los jugadores andando, impasibles y a todos nosotros viendo esa debacle que ni en mis peores sueños hubiese imaginado, solo me quedaba llorar y me sentía vacía, cada minuto era peor.
Os leía y aún lloraba más, quiero agradeceros a todos aquellos que me animaron en la vuelta con sus palabras, en ese momento dolían pero las leo cada día y ahora dan mucha fuerza.
El cansancio hizo que dejara de darle vueltas a la cabeza pero a la mañana siguiente dolía más y más hasta que llegue a tal punto de pensar, lo que paso ayer no es era Valencia, yo soy el Valencia, nunca nunca me rendiré y esto se debe solucionar, cada día que pasa recuerdo esa noche, esa vuelta y sigue doliendo y seguirá doliendo pero la vida no está hecha para los débiles y es el momento de demostrar quienes somos, sin excusas, sin miedos, el precipicio cada día lo tenemos más cerca, estamos hundidos pero sé que somos capaces de salir de esta y volver a ser El verdadero Valencia C.F.
Yo al Valencia lo amo, puede que a veces me enfadé y diga cosas que realmente no pienso y me arrepiento, pero el sufrimiento que llevamos todos esta temporada nadie lo esperaba, dejemos de críticar y esperemos que mañana nos regalen la victoria para curarnos las heridas coperas.
AMUNT VALENCIANISTAS !!
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