El anuncio de que dentro de cinco meses se reanudarán las obras del nuevo estadio del Valencia ha llenado de luz la sombría parcela económica blanquinegra. Cerrado el acuerdo con Bankia, la entidad de Mestalla ya se frota las manos con el impacto monetario que el coliseo de Cortes Valencianas tendrá en sus maltrechas arcas. En estos momentos no hay estimación real de los ingresos extra que el Valencia percibirá cuando se mude al nuevo estadio, ya que los cálculos se hicieron en otra época -antes de que la crisis cambiara todas las perspectivas-, pero los 4.000 aficionados que integran la lista de espera para hacerse socios del Valencia es el mejor de los indicativos para encarar el futuro con optimismo más que fundado.
Esta temporada, el club blanquinegro ha tenido que recurrir a diferentes estrategias para llenar Mestalla. Atrás quedaron los tiempos en los que poseer un pase del Valencia era un tesoro. La actual situación económica, entre otros condicionantes, ha sido fundamental para entender el estado semivacío del campo de la avenida de Suecia en muchas de las citas de este año.
A los 39.000 socios actuales del Valencia -cifra oficial- habrá que añadir al menos 4.000 cuando se inaugure el nuevo estadio. Es el número de personas que han preferido esperar a que el campo de Cortes Valencianas esté acabado para tener el pase del Valencia. Con un aforo de 75.000 espectadores, la entidad blanquinegra ya trabaja pensando en cómo llenar el nuevo estadio. Entre otras medidas, impulsará iniciativas para fidelizar a un público joven, estudiantil, entre el que promocionará abonos más baratos. A esto hay que añadir que la Curva Nord Mario Alberto Kempes tendrá un especial protagonismo en las nuevas instalaciones.
Será en enero de 2014, un mes después de la finalización de las obras. El Valencia ya ha hecho consultas para saber si tendría algún problema por cambiar de campo a mitad de temporada y los diferentes organismos han dado el OK. El único requisito es superar un control de la Liga de Fútbol Profesional, que deberá revisar el estado de materiales como cámaras de vigilancia, tornos, taquillas... El traslado de los mismos del viejo al nuevo estadio llevará a lo sumo tres semanas. Además, en la mayoría de casos todo será nuevo, lo que reducirá aún más los plazos. Por tanto, la idea del club es jugar ya en Cortes Valencianas toda la segunda vuelta de la temporada 2013-14.
El estadio será prácticamente idéntico a la maqueta presentada en noviembre de 2006. Es más, cuando se culmine el traslado, la cubierta -uno de los detalles más lujosos del campo- estará totalmente terminada. Ahora mismo es imposible saber a ciencia cierta qué materiales se cambiará y cuáles se va a emplear en su lugar. Todo es especulación, ya que el Valencia tiene tiempo para redefinir el acabado de su nueva casa para abaratar costes. Hay tiempo de maniobrar hasta que empiece la segunda fase de las obras.
Mientras tanto, la Agrupación de Peñas del Valencia lanzó ayer un comunicado de apoyo, celebrando el acuerdo alcanzado entre Manuel Llorente y Bankia. La entidad que preside Blas Madrigal demostró que ha recuperado la sintonía con el club al asegurar que se trata de «un paso muy importante de futuro para que nuestro equipo y la afición tengan el marco idóneo donde conseguir que el Valencia sea el equipo que todos queremos».
No hay comentarios:
Publicar un comentario