Emery teme a la relajación

En un partido es clave la predisposición. ¿Y motiva jugar un Logroñés-Valencia Según para quién. Para los futbolistas del Logroñés, un Segunda División B, el partido de esta tarde-noche es todo un reto. Tienen nuevo entrenador (Pellicer, un exjugador del Mestalla). Es el escaparate perfecto para mostrarse. Y sólo tienen que ganar. Para los del Valencia, es un marrón. Viaje de ida y vuelta en el día, el poco acicate de jugar ante un rival menor, eliminatoria a doble partido, jugar tras una derrota.... Pues ante eso se sublevó ayer Unai Emery.
El técnico, en una charla de veinte minutos, intentó enchufar a la Copa del Rey a la plantilla inculcándoles que, esta competición, es el camino más corto para conseguir el éxito. Y el método más certero para restañar las heridas que se han abierto tras las dos últimas derrota en Liga, contra el Barcelona y el Mallorca. "En la Copa queremos llegar lo más lejos posible. Es una competición a la que tenemos el máximo de los respetos y queremos disfrutar de ella", apuntaba ayer Emery tras anunciar que hoy no viajan con el equipo a Logroño César, Bruno, Ricardo Costa, David Navarro, Mathieu, Topal, Fernandes y Feghouli. Y es que, en Copa, la convocatoria es de dieciséis jugadores. "Estamos preparados para ganar", reconocía el técnico que, incidió en que el equipo busca que "el trabajo que se hace en los entrenamientos se refleje en el campo". "Para ganar al Logroñés debemos ser mejores y superarlos en intensidad, agresividad y concentración", sostenía. Al menos, la teoría es por todos sabida, pero habrá que esperar para ver cómo se plasma. El once, sea quién sea quién juegue, ya lo querría para él el Logroñés."Hemos conseguido sacar conclusiones para reforzar el estilo con trabajo y así encontrar la vía de lo que ha sido el equipo. La temporada es un examen continuo para todos y la autocrítica es el mejor alimento para poder mejorar. Todos somos partícipes de todo", explicaba.
Aún colea el debate por la posición en la que jugó Banega contra el Mallorca. Y ayer, el técnico lo justificó: "el objetivo era que jugara de enganche, porque ya había jugado así en Argentina con Gago y Mascherano por detrás de él". Aún así admitió que ésta no es la mejor posición para el centrocampista, que juega mejor si recoge el balón desde un lugar más retrasado. "Lo ideal es encontrar el mejor lugar para cada futbolista en el terreno de juego, y luego encontrar otro lugar en el que también lo haga bien sin que sea su posición más idónea. Con Banega de enganche, se invierte el centro del campo respecto al 4-3-3, al jugar con dos hombres por detrás de él", dijo.

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