Se hace difícil comprender algunas de las decisiones que adopta Unai Emery. Antes de comenzar el partido ante el Mallorca, cuando se tuvo conocimiento de la alineación inicial, nadie la entendió. Nueve cambios respecto a los que arrancaron el encuentro en Glasgow se antoja excesivo. Mayor frivolidad, sin embargo, se antoja introducir cuatro variantes entre los cinco jugadores de atrás.
La presencia de Moyá era obligada, debido a la lesión de César. Pero, en la zaga, sólo Ricardo Costa se mantuvo. Sus tres compañeros restantes fueron 'nuevos', incluido el debut de Stankevicius. La única nota positiva fue la magnífica actuación de Jordi Alba.
Es incomprensible que David Navarro se quede fuera de la convocatoria. El del Puerto de Sagunto, hoy por hoy, es el mejor defensa central de la plantilla y, además, atraviesa un excelente estado de forma. Con él en la zaga, mejora el rendimiento del compañero que complete el dúo de centrales, sea cual sea. Sin olvidar que Dealbert sigue sin existir para su entrenador.
Sobre Stankevicius, mejor no emitir juicio alguno. Estuvo mal, pero era su primera aparición en el equipo, formando en una defensa inédita que, en conjunto, funcionó fatal. De Guzmán y Castro sacaron las vergüenzas a Ricardo Costa y Maduro con una facilidad pasmosa. Los dos valencianistas se quedaron mirando como el jugador del Mallorca remataba a placer para hacer el segundo gol, sin estar atentos al rechace de Moyá en la intervención previa. Intolerable.
Tampoco se entiende la presencia de Banega en la demarcación de media punta. El argentino es el hombre más indicado de la plantilla para asumir la responsabilidad de la creación. Pero en el lugar debido. Con espacio por delante, pues cuanto más metros gane hacia arriba, menos vías de penetración encuentra. Aunque no enlazó jamás con Soldado, retirarle del campo en lugar de reubicarlo fue otra temeridad de su entrenador.
Ausencias que también llamaron la atención de forma poderosa fueron las de Topal y Joaquín. Como David Navarro, ni siquiera estuvieron convocados. ¿Pensando en Logroño? Increíble.
Capítulo aparte merece la repetida ausencia de Juan Mata. Se quedó en el banquillo frente al Barça, jugando tan solo veinticinco minutos. Ante el Mallorca, ni eso. El internacional no está en su mejor momento, pero prescindir de él en un partido que se está perdiendo parece un lujo excesivo.
En definitiva, cadena de errores que llevó al pago de una factura excesiva. Tres puntos que volaron de Mestalla, gracias a unas absurdas rotaciones, cuando tan solo han transcurrido ocho jornadas del campeonato. Rotaciones que no se ven en el Barcelona o el Real Madrid.
http://valenciacf.lasprovincias.es/noticias/2010-10-25/unai-vuelve-andadas-20101025.html
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