—¿Ya se cree que ha metido el primer gol con el Valencia o no?
—Poco a poco, sí... Estoy muy contento porque me he estrenado con el Valencia, pero lo que tengo que hacer es seguir trabajando.
—Partidazo en el primer día, buenas sensaciones en la pretemporada y ahora llega la guinda del gol... ¿Qué más se puede pedir?
—No sé, me ha venido muy bien el primer gol, me ha dado mucha confianza y estoy muy feliz, pero como te digo no he hecho nada. Tengo que seguir trabajando.
—Y todo en el primer test serio. No era un amistoso cualquiera...
—Ya, era un partido en el que por primera vez el míster iba a dar más minutos a la gente. Así que tengo más motivos para estar feliz.
—¡Y en un campo espectacular el Jose Alvalade, repleto de aficionados del Sporting!
—Nunca había jugado con 50.000 personas. Estaba lleno de gente, metían mucha presión.... marcar así con el Valencia es increíble.
—¿Miraba para arriba o ahí casi es mejor no hacerlo?
—Cuando llegamos, al principio, sí miraba para arriba y veía que cada vez se llenaba más el campo. Al final estaba todo lleno, hasta arriba. Es muy bonito.
—¿Qué le dijeron sus compañeros en la celebración del gol?
—Me decían: «¡Muy bien, Juanito!». Se reían todos, me abrazaban y me felicitaron. En el vestuario me dieron la enhorabuena y me dijeron que siga así.
—¿Y el míster en el vestuario?
—También me felicitó. Muy bien. Me dijo que siga trabajando y me dijo: «Ves cómo has llegado al área y has metido gol». Muchas veces me quedo atrás e insiste mucho en que llegue más al área, que meteré más goles, me ha dicho.
—¿Cómo vio la jugada dentro?
—Saca Bruno, Soldado no llega, la pelota sale disparada y de repente ha pasado por encima de mí, he metido la cabeza adelantándome al portero y gol.
—Y casi marca el segundo...
—No pudo ser, fue una pena. He tenido la oportunidad, le he pegado bien, pero no ha podido ser. Me salió centrada y el portero la sacó abajo con el pie.
—¿Le ha cambiado la vida?
—¡No, que va! De verdad que no. Sigo igual que siempre, la gente que me conoce lo puede confirmar. Lo que tengo que hacer es seguir aprendiendo de todo lo que me está pasando y aprovecharlo.
—¿Qué ha aprendido Juan Bernat?
—Muchas cosas, he aprendido cosas de la convivencia y también he aprendido cosas dentro del terreno de juego que me ha enseñado Unai y el cuerpo técnico.
—¿Qué cosas no sabía Bernat dentro de un campo de fútbol?
—Siempre aprendes cosas. Sobre todo, en las coberturas, en las basculaciones, a la hora de cerrar mucho, presionar mucho... todo ese juego sin balón que a veces no se ve, pero que es muy importante para el equipo.
—¿Cambia mucho el fútbol de juveniles al profesional?
—Sí, es otro nivel completamente diferente. Hay más intensidad en el juego, se juega con más ritmo. Sí que se nota sí..
—¿Qué le dicen sus familiares?
—Están muy contentos, es normal porque nadie lo esperaba, pero lo que siempre me dicen y no paran de repetirme es que sea humilde y que tenga los pies en el sueño.
—¿Y sus amigos?
—(ríe) Están muy contentos y orgullosos de su amigo. Ellos se alegran de que me estén saliendo bien las cosas.
—Dice que nadie se lo esperaba...
—Es verdad. Yo acabé el año pasado jugando en el Juvenil, el filial no lo toqué casi. Emery decidió que diera el salto al primer equipo y las cosas me están saliendo bien. No me lo esperaba, es la verdad.
—Imagino que ahora con ganas de jugar en Mestalla...
—Hombre sí, ese es mi sueño desde pequeño. Yo siempre he sido del Valencia y para mí sería un sueño jugar en Mestalla.
—¿Suele ir como aficionado?
—Ya lo creo, de pequeño ya iba casi siempre y ahora más con el pase que nos da la escuela. Lo tenemos arriba y siempre que puedo ir voy. Ojalá me vean a mí algún día.
—Poco a poco, sí... Estoy muy contento porque me he estrenado con el Valencia, pero lo que tengo que hacer es seguir trabajando.
—Partidazo en el primer día, buenas sensaciones en la pretemporada y ahora llega la guinda del gol... ¿Qué más se puede pedir?
—No sé, me ha venido muy bien el primer gol, me ha dado mucha confianza y estoy muy feliz, pero como te digo no he hecho nada. Tengo que seguir trabajando.
—Y todo en el primer test serio. No era un amistoso cualquiera...
—Ya, era un partido en el que por primera vez el míster iba a dar más minutos a la gente. Así que tengo más motivos para estar feliz.
—¡Y en un campo espectacular el Jose Alvalade, repleto de aficionados del Sporting!
—Nunca había jugado con 50.000 personas. Estaba lleno de gente, metían mucha presión.... marcar así con el Valencia es increíble.
—¿Miraba para arriba o ahí casi es mejor no hacerlo?
—Cuando llegamos, al principio, sí miraba para arriba y veía que cada vez se llenaba más el campo. Al final estaba todo lleno, hasta arriba. Es muy bonito.
—¿Qué le dijeron sus compañeros en la celebración del gol?
—Me decían: «¡Muy bien, Juanito!». Se reían todos, me abrazaban y me felicitaron. En el vestuario me dieron la enhorabuena y me dijeron que siga así.
—¿Y el míster en el vestuario?
—También me felicitó. Muy bien. Me dijo que siga trabajando y me dijo: «Ves cómo has llegado al área y has metido gol». Muchas veces me quedo atrás e insiste mucho en que llegue más al área, que meteré más goles, me ha dicho.
—¿Cómo vio la jugada dentro?
—Saca Bruno, Soldado no llega, la pelota sale disparada y de repente ha pasado por encima de mí, he metido la cabeza adelantándome al portero y gol.
—Y casi marca el segundo...
—No pudo ser, fue una pena. He tenido la oportunidad, le he pegado bien, pero no ha podido ser. Me salió centrada y el portero la sacó abajo con el pie.
—¿Le ha cambiado la vida?
—¡No, que va! De verdad que no. Sigo igual que siempre, la gente que me conoce lo puede confirmar. Lo que tengo que hacer es seguir aprendiendo de todo lo que me está pasando y aprovecharlo.
—¿Qué ha aprendido Juan Bernat?
—Muchas cosas, he aprendido cosas de la convivencia y también he aprendido cosas dentro del terreno de juego que me ha enseñado Unai y el cuerpo técnico.
—¿Qué cosas no sabía Bernat dentro de un campo de fútbol?
—Siempre aprendes cosas. Sobre todo, en las coberturas, en las basculaciones, a la hora de cerrar mucho, presionar mucho... todo ese juego sin balón que a veces no se ve, pero que es muy importante para el equipo.
—¿Cambia mucho el fútbol de juveniles al profesional?
—Sí, es otro nivel completamente diferente. Hay más intensidad en el juego, se juega con más ritmo. Sí que se nota sí..
—¿Qué le dicen sus familiares?
—Están muy contentos, es normal porque nadie lo esperaba, pero lo que siempre me dicen y no paran de repetirme es que sea humilde y que tenga los pies en el sueño.
—¿Y sus amigos?
—(ríe) Están muy contentos y orgullosos de su amigo. Ellos se alegran de que me estén saliendo bien las cosas.
—Dice que nadie se lo esperaba...
—Es verdad. Yo acabé el año pasado jugando en el Juvenil, el filial no lo toqué casi. Emery decidió que diera el salto al primer equipo y las cosas me están saliendo bien. No me lo esperaba, es la verdad.
—Imagino que ahora con ganas de jugar en Mestalla...
—Hombre sí, ese es mi sueño desde pequeño. Yo siempre he sido del Valencia y para mí sería un sueño jugar en Mestalla.
—¿Suele ir como aficionado?
—Ya lo creo, de pequeño ya iba casi siempre y ahora más con el pase que nos da la escuela. Lo tenemos arriba y siempre que puedo ir voy. Ojalá me vean a mí algún día.
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