Mensaje recibido. Manuel Llorente exigió que el equipo diera mejor imagen y evitara más tropiezos innecesarios tras el empate ante el Racing, y Unai Emery se ha puesto rápidamente manos a la obra para que así sea. El técnico vasco ha asimilado la reprimenda y se ha marcado el reto de aunar victorias y «buenos partidos» de manera inmediata. Si puede ser mañana ante el Hércules, mejor que contra el Atlético.
El caso es que el Valencia, pese a que ha conseguido sacarlos últimamente adelante, carece de la «claridad necesaria en los partidos de casa». Por eso, encontrar ésta lo antes posible se ha convertido en prioritario. Un «camino necesario», en términos del de Hondarribia, que llevaría con total seguridad a los blanquinegros a jugar la próxima edición de la Liga de Campeones. «La clave para mantenernos entre los tres o cuatro primeros es Mestalla, sobre todo ahora que la mejoría del césped nos hace sentirnos más cómodos. Ya no podemos fallar ante nuestra afición», advertía ayer el entrenador, horas después de recibir la visita del presidente.
Llorente acudió a primera hora de la mañana, como cada viernes, a Paterna. Allí dialogó con el técnico, tras lo que se marchó rápidamente sin que su presencia fuera detectada por aficionados y medios de comunicación. Quien no estuvo esta vez en la charla fue Braulio Vázquez, coordinador de la secretaría técnica, pero tampoco hacía falta por el carácter informal de la misma.
Aunque «seguro que no es fácil ganar al Hércules», como avisó el propio Emery, el conjunto de Mestalla no puede permitirse más tropiezos en su intento por cazar al Villarreal. La «química» de Mestalla juega a favor de los intereses de los blanquinegros, quienes se encontrarán con «un equipo que ganó en el Camp Nou» y llegará al partido de rivalidad autonómica «muy motivado».
Contrarrestar a los alicantinos sería el primer paso para blindar el estadio valencianista y enganchar definitivamente a la afición, un punto que preocupa mucho a presidente y entrenador. Con las visitas de Barcelona, Madrid, Sevilla o Villarreal todavía por llegar, todo lo que no sea hacerse fuertes en casa puede costar muy caro a los blanquinegros. Además, en apenas 10 días, llegará el duelo contra el Schalke en Liga de Campeones.
Quizá ante el conjunto alemán pueda empezar a mostrar sus virtudes el último refuerzo. Jonas Gonçalves, que ayer completó su tercera sesión de trabajo con el grupo, «está en proceso de adaptación a todo lo que rodea el equipo», como destacó el entrenador vasco, quien considera precipitado incluirñe en la convocatoria de mañana. Emery, eso sí, dejó claro que el brasileñó «ya ha demostrado que es muy buen futbolista».
El caso es que el Valencia, pese a que ha conseguido sacarlos últimamente adelante, carece de la «claridad necesaria en los partidos de casa». Por eso, encontrar ésta lo antes posible se ha convertido en prioritario. Un «camino necesario», en términos del de Hondarribia, que llevaría con total seguridad a los blanquinegros a jugar la próxima edición de la Liga de Campeones. «La clave para mantenernos entre los tres o cuatro primeros es Mestalla, sobre todo ahora que la mejoría del césped nos hace sentirnos más cómodos. Ya no podemos fallar ante nuestra afición», advertía ayer el entrenador, horas después de recibir la visita del presidente.
Llorente acudió a primera hora de la mañana, como cada viernes, a Paterna. Allí dialogó con el técnico, tras lo que se marchó rápidamente sin que su presencia fuera detectada por aficionados y medios de comunicación. Quien no estuvo esta vez en la charla fue Braulio Vázquez, coordinador de la secretaría técnica, pero tampoco hacía falta por el carácter informal de la misma.
Aunque «seguro que no es fácil ganar al Hércules», como avisó el propio Emery, el conjunto de Mestalla no puede permitirse más tropiezos en su intento por cazar al Villarreal. La «química» de Mestalla juega a favor de los intereses de los blanquinegros, quienes se encontrarán con «un equipo que ganó en el Camp Nou» y llegará al partido de rivalidad autonómica «muy motivado».
Contrarrestar a los alicantinos sería el primer paso para blindar el estadio valencianista y enganchar definitivamente a la afición, un punto que preocupa mucho a presidente y entrenador. Con las visitas de Barcelona, Madrid, Sevilla o Villarreal todavía por llegar, todo lo que no sea hacerse fuertes en casa puede costar muy caro a los blanquinegros. Además, en apenas 10 días, llegará el duelo contra el Schalke en Liga de Campeones.
Quizá ante el conjunto alemán pueda empezar a mostrar sus virtudes el último refuerzo. Jonas Gonçalves, que ayer completó su tercera sesión de trabajo con el grupo, «está en proceso de adaptación a todo lo que rodea el equipo», como destacó el entrenador vasco, quien considera precipitado incluirñe en la convocatoria de mañana. Emery, eso sí, dejó claro que el brasileñó «ya ha demostrado que es muy buen futbolista».
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