Genio y figura. Así era y será recordado para siempre Francisco Real Alacreu (1-3-1939), que falleció ayer y cuya misa se oficiará hoy a las 15.30 horas en el Tanatorio Municipal de Valencia. Se va un de esas personas entregadas en cuerpo y alma a la causa valencianista durante casi cuarenta años. La noticia golpeó ayer al valencianismo y de inmediato surgieron muestras de condolencia hacia la viuda y familia. Si de algo podía presumir el 'Coronel', como él mismo se autodefinió con el humor que le caracterizaba, era de tener amigos.
La Federación Española de Fútbol emitió un comunicado en su página web reconociendo la labor de Paco Real y a Unai Emery no le pasó por alto la coincidencia con el encuentro de esta noche (en el que lucirán brazaletes negros), de ahí que en su comparecencia de prensa oficial dijera: «Esperamos poder brindarles la victoria y hacer un buen partido».
«Fui veinte años director de banco. Pero mi vida siempre fue el fútbol, que me sigue apasionando, es una locura», decía Paco Real en una entrevista a LAS PROVINCIAS con motivo del homenaje que recibió hace tres años. Fue entrenador, entre otros, del Acero, Burriana, Catarroja, Alzira y Torrent, «al que ascendí a Segunda División, tras lo cual Pedro Cortés me llevó de nuevo al Valencia». Y en la casa blanquinegra estuvo durante la friolera de 38 años, ocupando todo tipo de funciones y cargos.
Su etapa más importante la vivió en la temporada 1993-94 cuando llegó a cumplir uno de sus mayores sueños: ser entrenador del primer equipo. Con Paco Roig en la presidencia, la trayectoria del Valencia en Liga se torció a las primeras de cambio y hubo un carrusel de entrenadores.
Empezó Guus Hiddink, le sucedería José Manuel Rielo y después tomaría el mando Paco Real (debutó en el Sánchez Pizjuán con 0-1 gol de Penev), quien jornadas después dejaría el banquillo a Héctor Núñez y de nuevo otra vez Hiddink.
Fue como entrenador cuando dejó una de sus perlas dialécticas. En realidad fueron dos. Una fue su predilección por un sistema de juego con rombos, que incluso lucía orgulloso y con sorna en un suéter. La otra fue el calificativo que escogió para definir al, por entonces, barcelonista Koeman (que años después acabaría en el Valencia). «Él se metió con nosotros y lo que dije fue que a mí no se me ocurriría decir que Koeman era un armario», recordaba.
Real, además de técnico, fue entrenador del filial, director de la Escuela y responsable de Relaciones Externas, función esta última que le permitió ser un asiduo a las reuniones en la UEFA donde se hizo famoso por su buen talante, a pesar de tener escasos conocimientos en los idiomas.
Pero este martes también tuvo otra noticia triste. De la misma edad que Paco Real era Chus Pered, futbolista del Real Madrid y el Barcelona, seleccionador nacional y mito del primer gran título conquistado por España, que fallecía también ayer. Chus Pereda , autor del 1-0 en la final de la Eurocopa de 1964 contra la Unión Soviética y asistente 'invisible' de Marcelino en el gol de certificó la histórica victoria, falleció a los 73 años víctima de un cáncer que él mismo desveló hace cuatro meses.
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