Melchor, Gaspar y Baltasar, preocupados, mirarán sus alforjas porque lo que necesita el Valencia no es fácil de conseguir. Lo primero que debe aparecer en la carta a sus majestades es la necesidad inmediata, que el equipo dé la talla mañana en El Madrigal y pase ronda en la Copa.
Luego, dejando aparte que en lo social hacen falta muchas cosas y habilidad para conseguirlas, es momento de mirar otras prioridades y como estamos en época de refuerzos y el club ha anunciado que el próximo año estará aquí el francés Ramí, es obligado recordar que en verano salieron Marchena y Alexis y que el fichaje del galo hace pensar en el futuro del resto de centrales.
Pero, además, en la carta a los de Oriente conviene puntualizar que en el centro del campo aparece una enorme laguna que se llama organizador, porque Ever, que no está en su mejor momento de forma, carece de relevo natural.
Por no remontarnos muy atrás y mirar al Fernando de los noventa, pongamos un Baraja en la carta. Por si cuela. Un jugador de esos que sí, hay pocos, pero necesarios en un equipo con aspiraciones. Un futbolista que asuma responsabilidades y alcance una media de goles para envidia de algunos atacantes.
Pero volvamos a la realidad. Esto una la carta a los reyes y la ilusión sólo es para los pequeñines. Por eso, como cada año, no creo que sus majestades vayan más allá de la colonia de marca o, como mucho, la corbata de Loewe.
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