Ahí está resistiendo a todas las piedras que se le van presentando en el camino. Entre ellas, que se te lesionen los dos guardametas titulares, justo en el momento en el que uno de ellos (César) era el salvador del equipo. Luego apareció Vicente Guaita, que está en el equipo por la decisión de Unai Emery contra todos. Este equipo se ha sobrepuesto a conductas antiprofesionales. La gastroenteritis etílica de Banega, el olvido impresentable de ir a entrenarse de Mathieu, Topal que se pasa por el forro entrenamientos post partido a los que está obligado, el raje de Vicente diciendo que no entrenaban el 4-3-3 y que no lo entendían... Pablo Hernández diciendo estas ultimas semanas que él tiene que hacer más que otros para jugar y que, si no lo ve claro, estudiará ofertas y ayer que necesita continuidad. Prefiero que hable en el terreno de juego, por cierto.
Partidos como los del Villarreal o ante el Espanyol, que el equipo por lesiones y/o sanciones tiene que jugar sin ninguno de los centrocampistas creativos (Banega y Tino Costa). Los dos partidos de Albelda por decirle caradura al linier cuando a Ramos le pusieron uno, por una patada voladora a Messi. Y lo principal que nadie recuerda: el equipo se ha debilitado. Ha vendido los cracks y ha comprado por un 25% de lo que ingresó. Y ahí sigue cuarto en la Liga, en octavos de la Champions y vivo en la Copa del Rey. A pesar de Unai claro que ya sabemos, que aquí en Valencia, haga lo que haga, es el que mató a Manolete.
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