Estoy bien, estoy bien», afirmaba Juan Mata a la salida del hospital. Ya con el resultado de las pruebas en la mano y a pesar del dolor, sabía que iba a estar en El Sardinero. El jugador del Valencia sufre un edema en la membrana inter-ósea entre la tibia y el peroné de la pierna izquierda que, afortunadamente, no le impedirá jugar el partido de Liga del próximo lunes contra el Racing de Santander. El asturiano tuvo que retirarse del entrenamiento tras un fuerte encontronazo con David Navarro durante uno de los partidillos de la sesión preparatoria.
Posteriormente, se sometió a una resonancia magnética en el Centro de Rehabilitación de Levante que descartó cualquier patología ósea y de ligamentos de su tobillo. Hoy será examinado por los médicos en las instalaciones blanquinegras y, según como evolucione la inflamación y el dolor, se determinará si salta al césped o es preferible esperar 24 horas más con tratamiento fisiológico.
Un pronóstico optimista viendo los gestos de dolor de Juan en el césped. Por un momento, saltaron todas las alarmas. Mata sufrió un encontronazo con David Navarro y tuvo que ser atendido por los servicios médicos a pie de campo. Las sensaciones era muy malas. El asturiano se echó la mano al tobillo izquierdo con evidentes gestos de dolor. Emery se acercó y preguntó si había sido contusión o torcedura. Por suerte, sólo era un golpe aunque había riesgo de esguince. El futbolista se levantó y trotó unos segundos para ver como respondía su pierna. No podía continuar. El asturiano abandonó cojeando el entrenamiento y enfiló cabizbajo camino hacia el vestuario para ser explorado por los médicos con más detenimiento en el interior de las instalaciones blanquinegras. Una hora más tarde, Juan se marchó con el doctor Luis Silvestre al Centro de Rehabilitación de Levante para someterse a pruebas y conocer el alcance exacto de la lesión. Los resultados no podían ser mejores. Sólo era un edema en la membrana entre la tibia y el peroné de su pierna izquierda.
Ya por la tarde, mientras guardaba reposo, confirmaba las buenas noticias a través de su Twitter personal. «He recibido un golpe en el peroné entrenando, pero por suerte el hueso está bien y no parece nada grave... ¡abrazos!». Estará en El Sardinero. Donde el año pasado marcó el gol del triunfo.
Posteriormente, se sometió a una resonancia magnética en el Centro de Rehabilitación de Levante que descartó cualquier patología ósea y de ligamentos de su tobillo. Hoy será examinado por los médicos en las instalaciones blanquinegras y, según como evolucione la inflamación y el dolor, se determinará si salta al césped o es preferible esperar 24 horas más con tratamiento fisiológico.
Un pronóstico optimista viendo los gestos de dolor de Juan en el césped. Por un momento, saltaron todas las alarmas. Mata sufrió un encontronazo con David Navarro y tuvo que ser atendido por los servicios médicos a pie de campo. Las sensaciones era muy malas. El asturiano se echó la mano al tobillo izquierdo con evidentes gestos de dolor. Emery se acercó y preguntó si había sido contusión o torcedura. Por suerte, sólo era un golpe aunque había riesgo de esguince. El futbolista se levantó y trotó unos segundos para ver como respondía su pierna. No podía continuar. El asturiano abandonó cojeando el entrenamiento y enfiló cabizbajo camino hacia el vestuario para ser explorado por los médicos con más detenimiento en el interior de las instalaciones blanquinegras. Una hora más tarde, Juan se marchó con el doctor Luis Silvestre al Centro de Rehabilitación de Levante para someterse a pruebas y conocer el alcance exacto de la lesión. Los resultados no podían ser mejores. Sólo era un edema en la membrana entre la tibia y el peroné de su pierna izquierda.
Ya por la tarde, mientras guardaba reposo, confirmaba las buenas noticias a través de su Twitter personal. «He recibido un golpe en el peroné entrenando, pero por suerte el hueso está bien y no parece nada grave... ¡abrazos!». Estará en El Sardinero. Donde el año pasado marcó el gol del triunfo.
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