No hay otro debate abierto en Valencia y en estos momentos sólo una persona, Manuel Llorente, se puede permitir el lujo de saber qué respuesta tiene más porcentaje de ser correcta. ¿Renovará o no Emery su contrato? El 4-0 de La Romareda unido al 3-1 del Schalke, lo único que ha hecho es reforzar un poco más a los críticos del entrenador. Las encuestas en la web de LAS PROVINCIAS siempre han ofrecido un reparto más o menos equitativo entre los que están a su favor y los que prefieren que a partir de junio haya un cambio en la dirección. De momento, la sintonía entre Unai y Llorente se mantiene dentro de la corrección, aunque bien es verdad que por parte del presidente no suelen salir muchos guiños cómplices -por no decir ninguno- hacia el entrenador. Al contrario, a las primeras de cambio, el presidente aprieta la tuerca y su último pronunciamiento en este sentido fue el de decir que ni la tercera plaza garantizaría la renovación de contrato.
Aún así y como afirmaba ayer Unai, éste siente un apoyo «total» por parte del consejo (incluyendo en este grupo lógicamente a Llorente), a pesar de que públicamente ni un solo directivo se ha atrevido hasta la fecha a abrir la boca al respecto, tanto por consigna del propio club como por temor personal a ofrecer una variante que pueda entrar en contradicción con lo que opina su presidente. Llorente es el que marca la pauta para todo o casi todo.
El paso de las horas ha amortiguado el malestar interno que Emery manejó en Zaragoza. Los dos días libres -previstos de antemano- han servido a algunos para desconectar (la afición sigue igual de caliente) aunque se espera que esta tarde, antes de la sesión de entrenamiento, el técnico 'lea la cartilla' a su modo a la plantilla en la habitual charla semanal post-partido. Públicamente y como quedó demostrado nada más acabar el encuentro de Zaragoza, Unai ha querido asumir toda la responsabilidad exculpando a los jugadores en un intento demasiado elocuente y poco convincente de proteger al vestuario.
De momento y quizás para compensar la dureza de los que ponen en duda toda la labor realizada, el pensamiento de Emery es el de sacar pecho por la temporada que está cubriendo el Valencia. Así lo demostraba ayer en Madrid, donde acudió a un acto en compañía de Juan Mata. «Un entrenador siempre está expuesto a los resultados, pero los del Valencia son buenos. Estamos bajos de moral por los últimos tropiezos, pero eso no empaña la trayectoria en la liga ni la gran temporada del Valencia, que tiene que luchar por la tercera plaza y ocupar un puesto en la Champions».
Lo curioso es que esta división entre la afición no impide que estadísticamente los números del equipo sean actualmente similares a las temporadas en las que consiguió los últimos títulos. Ahora, el Valencia lleva 54 puntos y en 2002 a estas alturas de curso iba primero con 50; mientras que en 2004 era segundo con 57 puntos.
El viernes movía Emery la primera pieza para mostrarse predispuesto a continuar en el Valencia, y ahora asegura el entrenador que el Valencia «es un equipo en progresión y los jugadores son ambiciosos», por lo que apuesta por su conjunto, orientado a «dar pasos para crecer». El paso que quería dar y no le dejaron fue el de Champions: «El equipo jugó como tenía que jugar. Si no ganamos fue por su portero y porque nos faltó acierto. No achaco nada a ese partido, jugamos en la línea acertada».
En la línea de colaborar como grupo, Mata dejaba por su parte claro que el Valencia en estos momentos «debe levantarse y apostar por el tercer puesto en la liga». «De este momento difícil tenemos que salir todos juntos y no hay que individualizar. Tenemos que acabar terceros», insistía el mundialista.
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