Sin saber todavía si el fin de semana que viene se jugará contra el Getafe con motivo de la amenaza de huelga, el Valencia arranca esta tarde (18 horas) su vuelta a los entrenamientos. Lógicamente, la atención se la llevará Vicente Rodríguez. El futbolista tendrá que vérselas con Unai Emery después de que se supiera que el pasado jueves por la noche estuvo hasta las cuatro y media de la madrugada en una conocida discoteca de la ciudad. Mientras el entrenador destaca la importancia de los 9 partidos que restan, el mensaje parece que no cala como se espera dentro del vestuario.
El último que se saltó el régimen interno, con el añadido importante de que llegó hora y media más tarde a entrenarse, fue Miguel, que ha estado apartado varias semanas de la disciplina de la plantilla. Además de Miguel y sobre lo que ocurrió esa misma noche, Manuel Llorente se vio las caras con los jugadores que permanecieron hasta bastante tarde en un pub de la zona de Aragón, pese a que a la mañana siguiente había entrenamiento.
Ahora, ha sido Vicente el que alargó la noche más de la cuenta (cinco horas después debía entrenarse en Paterna) y, encima, uno de sus amigos acabó peleándose en la calle con dos jóvenes estudiantes que intercambiaron algunas frases con Vicente. El jugador asegura que le insultaron mientras que los chavales indican que sólo quisieron darle ánimos.
Vicente, además de tener esta tarde un cara a cara con su entrenador, recibirá salvo sorpresa la llamada del presidente o, incluso, es posible que sea citado desde el club para acercarse personalmente a la entidad y dar las oportunas explicaciones a Manuel Llorente. Vicente, según quienes han hablado con él, está dolido por lo ocurrido, admite su error pero reitera que en ningún momento participó en la pelea.
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