HÉCTOR GÓMEZ. HOY Otamendi se ha pasado por el forro ser el ídolo de miles de valencianistas. Hacía años que un jugador no calaba así y todo ese cariño ha sido incapaz de devolverlo haciendo las cosas bien
VALENCIA.
Un desagradecido. Un auténtico desagradecido con el club que le ha quitado la etiqueta de prometedor central al que se le pasaba el arroz y le ha convertido en uno de los mejores del panorama europeo. Otamendi se marcha del Valencia CF por la puerta de atrás y sin entender nada de lo que supone este club, este escudo y esa maravillosa afición que tiene detrás.
Eso es lo que más me duele. Que otro futbolista se va sin respetar a los verdaderos protagonistas del fútbol. Los aficionados. El argentino ha tenido varias opciones de hacerlo bien pero en todas se ha equivocado o en su defecto ha dejado que su entorno lo equivocara. Ha llegado a decirle al club que no iba a entrenar más y que no disputaría la previa de la Champions, siendo eso ahora mismo lo más importante para al entidad de Mestalla.Otamendi se ha pasado por el forro ser el ídolo de miles de valencianistas. Hacía años que un jugador no calaba así y todo ese cariño ha sido incapaz de devolverlo haciendo las cosas bien.
Que se marche es normal. Que lo haga por 40 millones más la cesión, pagando una millonada de su ficha, de un central de primer nivel es una buena operación. Muy buena a mi modo de ver, aunque esto ya es interpretable y cada uno lo verá a su manera. Pero ver como otro jugador no es capaz de respetar al club a y su gente me molesta.
Otamendi llegó a Valencia siendo un jugador apartado en el Porto. Sin que ninguno de los grandes se atreviera a dar el paso de ficharle. Fueron Rufete y Ayala los que dieron el paso y se la jugaron. Sí, con la ayuda de Mendes y de Lim pero ellos fueron los que apostaron por él. Un año y medio después el argentino se ha ido por dinero. Entendible, sí, pero no como lo ha hecho. A cualquier precio y sin respetar a los que le han hecho enorme.
Otamendi emprenderá este lunes una nueva aventura. El azul cielo del City será su nuevo color. Mestalla será sólo un recuerdo para él, pero estoy casi convencido de que será su mejor recuerdo como profesional. Ya les pasó a muchos y creo que el central no será diferente. Ese estadio y ese escudo le venían a medida, esa gente que le adoraba le daba una confianza extra que él tampoco ha sabido ver. Ha preferido ganar mucha más plata. Ahora llega Mangala, y yo como el resto de valencianistas desde hoy ya somos del francés.
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