La renovación de Guaita es prácticamente un hecho después de la reunión que celebraron ayer —con almuerzo incluido— sus representantes con el presidente Manuel Llorente y Javier Gómez. Las dos partes no se veían desde principios de febrero, aunque sí habían hablado por teléfono periódicamente. SUPER cazó a los integrantes de la reunión a las 15:45 horas a la puerta del restaurante Casa Roberto en la calle Maestro Gozalbo de Valencia, antes de que, a excepción de José Manuel Tárraga, regresaran a las oficinas del club. Uno de los flecos que falta por resolver consiste en una cláusula que quieren poner los representantes del futbolistas relativa a su precio de salida, ya que quieren que se reduzca si el cancerbero no dispone de minutos.
El Valencia no está dispuesto a que esta exista y les han puesto varios ejemplos de que rara vez se abona una cláusula de rescisión en los tiempos actuales, pero en los términos económicos (tendrá una ficha de la zona media de la plantilla) y en la duración del nuevo contrato (aceptan las dos partes firmar cuatro o cinco temporadas más) no hay problema. Y esta petición se debe a la incorporación de Diego Alves para la próxima temporada.
Guaita está muy tranquilo y seguro de seguir vistiendo la camiseta del club de toda su vida, como así les ha dicho en plan informal a sus amigos: «Tranquilos, que voy a seguir aquí muchos años». Con la reunión y el almuerzo que tuvieron las dos partes resulta evidente que la renovación de Guaita es un asunto prioritario para el club, que quiere asegurarse a dos porteros del máximo nivel para la próxima temporada, ya que César acaba contrato y con la ampliación del portero nacido en Torrent a Guaita se le buscará destino. Y está prácticamente perfilada. Eso sí, hasta que el jugador no firme toda la documentación —ahora su preocupación era que su muñeca izquierda mejorara para poder ir a Getafe— los responsables de la entidad no quieren dar nada por cerrado oficialmente, aunque no tienen reparos en asegurar que cuentan con Guaita para las próximas temporadas.
Las dos partes perseguían el mismo fin y así era más sencillo entenderse; el VCF confía en Guaita y éste en seguir siendo titular aunque le llegue competencia nueva.
El Valencia no está dispuesto a que esta exista y les han puesto varios ejemplos de que rara vez se abona una cláusula de rescisión en los tiempos actuales, pero en los términos económicos (tendrá una ficha de la zona media de la plantilla) y en la duración del nuevo contrato (aceptan las dos partes firmar cuatro o cinco temporadas más) no hay problema. Y esta petición se debe a la incorporación de Diego Alves para la próxima temporada.
Guaita está muy tranquilo y seguro de seguir vistiendo la camiseta del club de toda su vida, como así les ha dicho en plan informal a sus amigos: «Tranquilos, que voy a seguir aquí muchos años». Con la reunión y el almuerzo que tuvieron las dos partes resulta evidente que la renovación de Guaita es un asunto prioritario para el club, que quiere asegurarse a dos porteros del máximo nivel para la próxima temporada, ya que César acaba contrato y con la ampliación del portero nacido en Torrent a Guaita se le buscará destino. Y está prácticamente perfilada. Eso sí, hasta que el jugador no firme toda la documentación —ahora su preocupación era que su muñeca izquierda mejorara para poder ir a Getafe— los responsables de la entidad no quieren dar nada por cerrado oficialmente, aunque no tienen reparos en asegurar que cuentan con Guaita para las próximas temporadas.
Las dos partes perseguían el mismo fin y así era más sencillo entenderse; el VCF confía en Guaita y éste en seguir siendo titular aunque le llegue competencia nueva.
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