¿Por qué jugó César en lugar de Guaita? La última palabra la tuvo el meta de Torrent, pero este fue muy sincero en sus afirmaciones. Habló con el técnico mirándole con los ojos abiertos, iba a ser claro como siempre lo ha sido, y miró más por el bien del grupo que por ser un futbolista común en el que predomina el egoísmo. Hay quien prefiere priorizar su bien personal al del colectivo, pero Guaita ha demostrado que es de otra pasta y a Emery le comentó que no sabía cómo iba a reaccionar cuando se llevara a cabo el minuto de silencio en memoria de su padre Paco, además de saber que un sector de la afición tenía preparado un homenaje póstumo. ¿Cómo iba a reaccionar? Con la finalidad de buscar lo mejor para el futbolista, el técnico le dijo que estuviera tranquilo porque descansaría, al no querer correr cualquier mínimo riesgo ante una pérdida de concentración al ser un partido clave, pero el próximo sábado su nombre volverá a figurar en la alineación titular.
Había estado entrenando bien durante toda la semana, con la salvedad de estar más serio —él tampoco es una persona que exteriorice mucho sus sentimientos— de lo habitual, pero conforme se acercaba la hora del partido aumentaba la incertidumbre. Guaita no sabía cómo iba a reaccionar emocionalmente en esos momentos puntuales y nadie le podía aconsejar, pero él tomó la decisión y todo el cuerpo técnico le respaldó. Una vez en el estadio de Mestalla y tras participar en el calentamiento de César llegó el momento clave, el del minuto de silencio, y las cámaras reflejaron que estaba emocionado. En una parte de la grada también se escribió el siguiente mensaje: ´Muere un portero, nace una leyenda´. Al acabar el partido se le notaba bastante mejor, incluso se animó antes a levantarse a celebrar sin muchos aspavientos uno de los últimos goles. En el primero, Soldado le buscó en el banquillo para dedicárselo. No levanta mucho la voz en el vestuario pero sus compañeros le adoran al ser un chaval muy sano, como demostró en la conversación que tuvo a solas con Emery, en la que le dejó entrever que para evitar riesgos emocionales, lo recomendable sería que jugara César, como así fue. Y el ´abuelo´ de la liga volvió a demostrar su fiabilidad con una gran actuación, aunque tampoco fue necesario que se pusiera el disfraz de salvador por el 5-0 final.
Había estado entrenando bien durante toda la semana, con la salvedad de estar más serio —él tampoco es una persona que exteriorice mucho sus sentimientos— de lo habitual, pero conforme se acercaba la hora del partido aumentaba la incertidumbre. Guaita no sabía cómo iba a reaccionar emocionalmente en esos momentos puntuales y nadie le podía aconsejar, pero él tomó la decisión y todo el cuerpo técnico le respaldó. Una vez en el estadio de Mestalla y tras participar en el calentamiento de César llegó el momento clave, el del minuto de silencio, y las cámaras reflejaron que estaba emocionado. En una parte de la grada también se escribió el siguiente mensaje: ´Muere un portero, nace una leyenda´. Al acabar el partido se le notaba bastante mejor, incluso se animó antes a levantarse a celebrar sin muchos aspavientos uno de los últimos goles. En el primero, Soldado le buscó en el banquillo para dedicárselo. No levanta mucho la voz en el vestuario pero sus compañeros le adoran al ser un chaval muy sano, como demostró en la conversación que tuvo a solas con Emery, en la que le dejó entrever que para evitar riesgos emocionales, lo recomendable sería que jugara César, como así fue. Y el ´abuelo´ de la liga volvió a demostrar su fiabilidad con una gran actuación, aunque tampoco fue necesario que se pusiera el disfraz de salvador por el 5-0 final.
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