Mario Alberto Kempes está en Valencia. La final de la Copa del Rey ha devuelto al mito a casa. El valencianismo está de enhorabuena. Verle junto a Mestalla, con los ex futbolistas del club, te lleva a cerrar los ojos y escuchar como resuena en la cabeza todavía el grito de guerra que inundaba el viejo recinto de Artes Gráficas, cuando jugaba el Matador. «¡Kempes, Kempes, Kempes!». Sin la melena de antaño, con más años e incluso con el título de campeón del mundo del 78 ya lejano, Mario sigue levantando pasiones por donde pasa.
La ESPN, la cadena de televisión americana para la que trabaja desde hace años, ofrecerá la final de Copa que hoy disputan el Real Madrid y el Barcelona. Y a tal honor, tal señor. Kempes será el comentarista de lujo. LAS PROVINCIAS estuvo con él y, en un rápido repaso a la actualidad valencianista, Mario no dudó en manifestar que la trayectoria que está marcando el equipo esta temporada tiene un mérito grande. Y lo explicó. «No era una tarea fácil perder a Villa y a Silva y encontrar enseguida a dos o tres jugadores que fueran capaces de cubrir sus ausencias de la manera tan extraordinaria como lo están haciendo», dijo, motivo por el cual Kempes asegura que la afición valencianista debe estar safisfecha y sentirse orgullosa del rendimiento que está ofreciendo la actual plantilla de futbolistas. «La gente tiene que estar contenta con el Valencia porque está haciendo una magnífica temporada. Tiene prácticamente asegurada la tercera posición y se debe reconocer ese mérito de una manera real».
Por la mañana, el presidente del Valencia, Manuel Llorente, y el consejero y ex futbolista Fernando Giner llevaron a Mario Alberto Kempes al museo del club instalado en la Ciudad de las Artes y las Ciencias. El Matador realizó el recorrido con máxima atención, deteniéndose ante imágenes de otro tiempo que, evidentemente, le traen grandes e inolvidables recuerdos. «¡Cómo pasan los años, eh...!».
«Me habían hablado mucho del museo que ha inaugurado el Valencia, me habían contado algunos detalles realmente emocionantes, pero no imaginaba que fuera tan bonito», nos contó Mario, consciente de que acaba de arrancar y de que se encuentra todavía en proceso de crecimiento.
«Es cierto que faltan muchas cosas todavía, pero poco a poco el club las está recuperando, está trabajando en ello, según me han contado,porque quieren que sea un museo espectacular», añadió el ídolo del valencianismo.
Kempes, además de mostrarse sorprendido y feliz, elogió la tarea en la que se ha volcado el Valencia, porque considera que la iniciativa es obligada para que los grandes éxitos obtenidos por la entidad lleguen a todos los aficionados, sobre todo a los más jóvenes y, al mismo tiempo, para que permanezcan por siempre en la memoria del valencianismo en general. «Es muy positivo, principalmente para que nadie olvide lo que es este club».
Como sucede en cada oportunidad que Mario Alberto Kempes vuelve a pisar Valencia, su presencia por las calles de la ciudad no pasa desapercibida para nadie. Valencianistas y aficionados al fútbol en general le reconocen al instante. Se le acercan, lo saludan, le muestran su cariño y sigue firmando autógrafos y posando para cámaras fotográficas. El sentimiento del campeón del mundo es recíproco porque, como asegura, «el Valencia es mi casa. Siento por él lo que un hijo por su padre o por su madre». Palabra de Matador.
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