Recurrirá a venta de activos, preferentes, los 1.100 millones en provisiones que ya tiene y la generación de resultados
JORDI CUENCA Bankia aseguró ayer que cumplirá los nuevos requisitos en materia de provisiones anunciados por el Gobierno «dentro de los plazos y condiciones establecidas» a través de recursos propios: Deuda subordinada y participaciones preferentes, provisiones genéricas por importe de 1.100 millones de euros, venta de activos no estratégicos (carteras de crédito, inmuebles, sale & leaseback, etc.) y con la generación de resultados.
Con esta declaración de intenciones, el banco participado por Bancaja da por hecho que no va a tener que fusionarse con otra entidad para cumplir los nuevos requisitos y que, en consecuencia, no tendrá que recurrir al dinero del FROB. En este supuesto, deberá alcanzar las nuevas provisiones en lo que queda de año. El reto es de gran magnitud. Bankia no facilitó ayer cuál será el importe final de las dotaciones que tenga que hacer. Ha aplazado la presentación de sus resultados de 2011 al 24 de febrero con la intención de conocer antes el contenido de la reforma y rehacer sus cuentas a partir de los nuevos requisitos. No obstante, las estimaciones que se han realizado en las últimas semanas apuntan a que las coberturas añadidas que precisará la entidad financiera van de los 7.500 a los 9.100 millones. A ello hay que añadir que el FROB le inyectó casi 4.600 millones que debe devolver antes de 2015 y que la Autoridad Bancaria Europea le exige que se recapitalice antes del 30 de junio con otros 1.300 millones.
Son unas sumas fabulosas que han dado pie en los últimos tiempos a todo tipo de informaciones que daban por hecho que Bankia se verá obligada a fusionarse en esta segunda oleada que se avecina. Dado su voluminoso tamaño, solo se veían tres opciones: los otros tres grandes, aunque con la vista dirigida preferentemente a CaixaBank y el BBVA. El presidente de este último, Francisco González, descartó ayer esa operación: Es «muy difícil» y «crearía un problema» porque daría lugar a un nuevo banco de un tamaño demasiado importante, dijo antes de mostrarse complacido ante una operación con CatalunyaCaixa. Si el Santander, como parece, queda descartado, la incógnita es CaixaBank. La operación en este caso tiene múltiples problemas políticos y técnicos, pero ofrece la posibilidad de unir a entidades que han sido cajas. No obstante, parece que la catalana se muestra ahora interesada en crecer en el exterior, sobre todo en Latinoamérica, más que en engullir un monstruo que le comerá muchos recursos. Está por ver. Claro que, si nadie quiere asociarse a Bankia y esta no cumple los requisitos, el Gobierno también podría hacer una excepción: Permitirle acceder al FROB de nuevo aunque no se fusione.
Con esta declaración de intenciones, el banco participado por Bancaja da por hecho que no va a tener que fusionarse con otra entidad para cumplir los nuevos requisitos y que, en consecuencia, no tendrá que recurrir al dinero del FROB. En este supuesto, deberá alcanzar las nuevas provisiones en lo que queda de año. El reto es de gran magnitud. Bankia no facilitó ayer cuál será el importe final de las dotaciones que tenga que hacer. Ha aplazado la presentación de sus resultados de 2011 al 24 de febrero con la intención de conocer antes el contenido de la reforma y rehacer sus cuentas a partir de los nuevos requisitos. No obstante, las estimaciones que se han realizado en las últimas semanas apuntan a que las coberturas añadidas que precisará la entidad financiera van de los 7.500 a los 9.100 millones. A ello hay que añadir que el FROB le inyectó casi 4.600 millones que debe devolver antes de 2015 y que la Autoridad Bancaria Europea le exige que se recapitalice antes del 30 de junio con otros 1.300 millones.
Son unas sumas fabulosas que han dado pie en los últimos tiempos a todo tipo de informaciones que daban por hecho que Bankia se verá obligada a fusionarse en esta segunda oleada que se avecina. Dado su voluminoso tamaño, solo se veían tres opciones: los otros tres grandes, aunque con la vista dirigida preferentemente a CaixaBank y el BBVA. El presidente de este último, Francisco González, descartó ayer esa operación: Es «muy difícil» y «crearía un problema» porque daría lugar a un nuevo banco de un tamaño demasiado importante, dijo antes de mostrarse complacido ante una operación con CatalunyaCaixa. Si el Santander, como parece, queda descartado, la incógnita es CaixaBank. La operación en este caso tiene múltiples problemas políticos y técnicos, pero ofrece la posibilidad de unir a entidades que han sido cajas. No obstante, parece que la catalana se muestra ahora interesada en crecer en el exterior, sobre todo en Latinoamérica, más que en engullir un monstruo que le comerá muchos recursos. Está por ver. Claro que, si nadie quiere asociarse a Bankia y esta no cumple los requisitos, el Gobierno también podría hacer una excepción: Permitirle acceder al FROB de nuevo aunque no se fusione.
http://www.levante-emv.com/economia/2012/02/03/bankia-asegura-cumplira-propios-recursos/878302.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario