Jugarse el pase a la final de la Copa del Rey con el Barcelona, y en el Camp Nou es tal motivación que no hay cansancio que frene el ímpetu y la ilusión de los futbolistas del Valencia. Para muchos, disputar una final es el mayor reto al que se han enfrentado y quieren aprovechar la oportunidad de llegar a ella. Eso sí, la plantilla es consciente de la dificultad de lograr el pase porque enfrente está el mejor equipo del mundo, un grupo voraz que no se cansa de sumar títulos. Y con el factor campo a favor.
Pero el 1-1 de la ida permite soñar. Ayer, y en la comida de recuperación postpartido, los jugadores del Valencia se conjuraron para tratar de "hacer hasta lo imposible" para dejar en la cuneta al Barça y disputar la final. Y es que, si la ilusión mueve montañas y la esperanza es lo último que se pierde, la gesta es posible. "Las ganas y la ilusión cubre todo el cansancio acumulado", sostenía ayer Diego Alves. "Nos vamos a dejar el alma en Barcelona por llegar a la final", se comprometía el brasileño para el que el partido "puede ser" el más importante que "hasta ahora" ha disputado en su carrera.
Tino Costa, al mediodía, ya había olvidado el desgaste realizado en el Calderón y "sólo" tenía en mente el partido de mañana: "Pensando en Barcelona!! vamos con respeto, pero a buscar la final con todo!", tuiteaba. Un mensaje muy similar al que lanzaba Pablo Hernández: "Toca pensar en el Barça! Estamos a un paso de la final!! Creemos y lucharemos para conseguirlo!! Amunt sempre @valenciacf !!". Precisamente, con lágrimas en los ojos por la decepción, Pablo Hernández presenció cómo el Valencia se proclamaba campeón de la Copa del Rey el 16 de abril de 2006. El valenciano jugaba en el Getafe, equipo al que el Valencia de Villa, Mata y Silva ganó 3-1.
En la actual plantilla, sólo Miguel -como titular- y Banega desde el banquillo vivieron y disfrutaron del título conquistado en el Calderón ya que, por aquel entonces, el ahora capitán David Albelda, estaba apartado del equipo por Ronald Koeman con el beneplácito del presidente Juan Soler.
Los jugadores, con los que Emery y Carcedo están ejerciendo de psicólogo, creen que aunque la dificultad es extrema -ningún rival ha ganado aún en el Camp Nou-, el Barcelona es más vulnerable que en otras ocasiones y no pueden dejar pasar la oportunidad. Ayer Emery echó mano de hemeroteca y recordó a los jugadores que, hace 81 años, el Valencia apeó al Barcelona de los octavos de final del torneo en condiciones muy similares a las actuales, ya que tras empatar a dos en Valencia se impuso por 1-2 en el partido de vuelta disputada en mayo de 1931.
Maduro vuelve al grupo
Cuatro meses después, Hedwiges Maduro trabajó con el grupo. El centrocampista, que se lesionó en el ligamento del tobillo izquierdo en una concentración con la selección holandesa el 4 de octubre, entrenó junto a los jugadores que fueron suplentes en el encuentro ante el Atlético y los que no tomaron parte en el enfrentamiento.
El equipo disfruta hoy de la mañana libre y trabaja en sesión vespertina. Tras el entrenamiento, el grupo viajará en avión hasta Barcelona donde se concentraran para preparar un encuentro que se disputará el miércoles a las 21 horas. El Valencia estará arropado en el Camp Nou por un millar de valencianistas.
Pero el 1-1 de la ida permite soñar. Ayer, y en la comida de recuperación postpartido, los jugadores del Valencia se conjuraron para tratar de "hacer hasta lo imposible" para dejar en la cuneta al Barça y disputar la final. Y es que, si la ilusión mueve montañas y la esperanza es lo último que se pierde, la gesta es posible. "Las ganas y la ilusión cubre todo el cansancio acumulado", sostenía ayer Diego Alves. "Nos vamos a dejar el alma en Barcelona por llegar a la final", se comprometía el brasileño para el que el partido "puede ser" el más importante que "hasta ahora" ha disputado en su carrera.
Tino Costa, al mediodía, ya había olvidado el desgaste realizado en el Calderón y "sólo" tenía en mente el partido de mañana: "Pensando en Barcelona!! vamos con respeto, pero a buscar la final con todo!", tuiteaba. Un mensaje muy similar al que lanzaba Pablo Hernández: "Toca pensar en el Barça! Estamos a un paso de la final!! Creemos y lucharemos para conseguirlo!! Amunt sempre @valenciacf !!". Precisamente, con lágrimas en los ojos por la decepción, Pablo Hernández presenció cómo el Valencia se proclamaba campeón de la Copa del Rey el 16 de abril de 2006. El valenciano jugaba en el Getafe, equipo al que el Valencia de Villa, Mata y Silva ganó 3-1.
En la actual plantilla, sólo Miguel -como titular- y Banega desde el banquillo vivieron y disfrutaron del título conquistado en el Calderón ya que, por aquel entonces, el ahora capitán David Albelda, estaba apartado del equipo por Ronald Koeman con el beneplácito del presidente Juan Soler.
Los jugadores, con los que Emery y Carcedo están ejerciendo de psicólogo, creen que aunque la dificultad es extrema -ningún rival ha ganado aún en el Camp Nou-, el Barcelona es más vulnerable que en otras ocasiones y no pueden dejar pasar la oportunidad. Ayer Emery echó mano de hemeroteca y recordó a los jugadores que, hace 81 años, el Valencia apeó al Barcelona de los octavos de final del torneo en condiciones muy similares a las actuales, ya que tras empatar a dos en Valencia se impuso por 1-2 en el partido de vuelta disputada en mayo de 1931.
Maduro vuelve al grupo
Cuatro meses después, Hedwiges Maduro trabajó con el grupo. El centrocampista, que se lesionó en el ligamento del tobillo izquierdo en una concentración con la selección holandesa el 4 de octubre, entrenó junto a los jugadores que fueron suplentes en el encuentro ante el Atlético y los que no tomaron parte en el enfrentamiento.
El equipo disfruta hoy de la mañana libre y trabaja en sesión vespertina. Tras el entrenamiento, el grupo viajará en avión hasta Barcelona donde se concentraran para preparar un encuentro que se disputará el miércoles a las 21 horas. El Valencia estará arropado en el Camp Nou por un millar de valencianistas.
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