Un día Unai Emery admite abiertamente que está preocupado por los bajones físicos que sufre el Valencia y que hablará de ello con médicos y responsables del cuerpo técnico (víspera del partido en Genk); otro defiende a capa y espada que el equipo está perfecto en esta cuestión (este mismo viernes), y 24 horas después, una vez finalizado el encuentro contra el Granada, el técnico se descuelga con que el equipo ha acusado el cansancio físico. ¿Cuál es la versión correcta?
Tiene ahora quince días Unai para volver a meter gasolina al depósito de una plantilla que sufre nueve fugas (Topal, Maduro, Rami, Canales, Jordi Alba, Banega, Jonas, Ricardo Costa y Pereira) motivadas por los compromisos internacionales. Desde luego, a quienes mejor les vendría eso de tomarse un respiro sería a Rami y a Banega, dos de los futbolistas más exprimidos por el técnico antes de este segundo parón liguero.
Si se ha convertido en habitual la imagen del doctor Mas y del ATS, De los Santos, 'peleándose' con el cuarto árbitro de turno por aquello de dar agua a los jugadores en pleno encuentro; por desgracia también se ha convertido en rutinarias las 'pájaras' que parecen afectar al equipo en las segundas partes.
La versión oficial que quiere transmitir ahora el cuerpo técnico encabezado por Emery (ayer por cierto estuvo viendo la Real-Athletic) es que la planificación de Julen Masach -preparador físico- es la correcta y los jugadores se encuentran dentro de los parámetros normales planificados a principio de temporada. Es más, se argumenta que la planificación, además de ser la idónea, recoge estas posibles deficiencias actuales al estar «enfocada» a alcanzar la «plenitud» y el estado óptimo una vez esté más avanzada la temporada, pese a los riesgos que conlleva esta argumentación en un equipo de los objetivos y con la plantilla del Valencia.
En la comparativa con la campaña pasada, Emery tras los primeros ocho partidos disputados (seis de Liga y dos de Champions) ya había echado mano de 22 futbolistas. A estas alturas de competición únicamente los porteros Moyà y Guaita, además de Stankevicius (el último en incorporarse) no habían disputado ni un solo minuto. En este curso y con 24 jugadores utilizados, los dos que están en esa situación son el joven meta portugués Pereira y el central Dealbert.
Es el tema de las rotaciones uno de los caballos de batalla que tiene que afrontar cada semana Emery. Repasando y comparando los minutos acumulados que llevaban antes del partido el once que alineó el Granada y el once de Unai (con dos partidos más por la Champions), es verdad que seis valencianistas superaban muy ampliamente en minutos acumulados a su par en el conjunto andaluz (Rami-Mainz, Víctor Ruiz-Iñigo López, Banega-Yebda, Pablo-Mollo, Canales-Mikel Rico y Soldado-Geijo).
Pero también es verdad que la grada de Mestalla se marchó con la idea de que jugara quien jugara, el Valencia debía haber dado mucho más para quedarse con los puntos. Eso fue lo que debió transmitir Llorente cara a a cara al propio Emery en esa 'mini cumbre' que suele ser habitual tras cada partido.
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