HA LLEGADO LA HORA DE ESCRIBIR LA CARTA
Los niños no son conscientes de que la capacidad de Papá Noel y de los Reyes es limitada y por eso piden, piden y piden y se ilusionan “hasta el infinito y más allá…” como decía el ingenuo Buzz Lightyear en Toy Story. Y últimamente tengo la sensación de que en esa vorágine de demanda, de desenfreno e ilusión adquiriente, se encuentra el valencianismo estas navidades. Que si Enzo Pérez está fichado ya por 25 más incentivos; que si Gaitán otros 35 en verano; que si un lateral derecho cuando se pueda… Casi me sonroja escribirlo porque recuerdo cuando, no hace tan poco, pagar traspasos de seis u ocho millones era poco menos que una quimera o algunos nos bombardeaban a los que defendimos que Otamendi por 12 millones era un gran refuerzo.Escribir la carta a Papá Noel con tu hijo pasa por ser uno de los momentos más felices del año. Él no sabe, yo tampoco, qué y cuántas de las cosas escritas llegarán finalmente a casa, pero en ese momento da igual. En esos minutos, lo importante es la sonrisa que se te dibuja en el rostro, el hormigueo que te recorre las manos cuando, tras ojear el catálogo de turno y someter a debate y desencuentro cada juguete, decides que es mejor poner una pista de carreras que una pistola o viceversa.
Los niños no son conscientes de que la capacidad de Papá Noel y de los Reyes es limitada y por eso piden, piden y piden y se ilusionan “hasta el infinito y más allá…” como decía el ingenuo Buzz Lightyear en Toy Story. Y últimamente tengo la sensación de que en esa vorágine de demanda, de desenfreno e ilusión adquiriente, se encuentra el valencianismo estas navidades. Que si Enzo Pérez está fichado ya por 25 más incentivos; que si Gaitán otros 35 en verano; que si un lateral derecho cuando se pueda… Casi me sonroja escribirlo porque recuerdo cuando, no hace tan poco, pagar traspasos de seis u ocho millones era poco menos que una quimera o algunos nos bombardeaban a los que defendimos que Otamendi por 12 millones era un gran refuerzo.Escribir la carta a Papá Noel con tu hijo pasa por ser uno de los momentos más felices del año. Él no sabe, yo tampoco, qué y cuántas de las cosas escritas llegarán finalmente a casa, pero en ese momento da igual. En esos minutos, lo importante es la sonrisa que se te dibuja en el rostro, el hormigueo que te recorre las manos cuando, tras ojear el catálogo de turno y someter a debate y desencuentro cada juguete, decides que es mejor poner una pista de carreras que una pistola o viceversa.
Sigo. Este fin de semana he tenido la inmensa fortuna de conocer in person a una gran familia, la de ElDesmarque, que nos ha juntado en Sevilla a los que formamos ese joven e ilusionante proyecto para que celebremos juntos la Navidad y recordemos que con estas ganas nos podemos comer el mundo empezando por Valencia. “Los últimos en llegar, pero los primeros en informar”, como bien me decía el otro día mi amigo Carlos Egea. El caso es que, mientras copeaba y me abrazaba con Fede, Carew, Antonio, Padi, Jorge, Carlos, las niñas, los de Málaga, Bilbao, Cádiz, Asturias, Sevilla etc… Todos me hacían la misma pregunta-afirmación "¿Y el Valencia qué, tiene buena pinta este año eh?" Son las típicas cuestiones que que te hacen reflexionar y medir bien tus palabras. Sin embargo, las mías, puede ser que fruto del gin tonic y dela excitación por sentirme en el centro de todas las miradas, me nacieron del alma:"El Valencia bien no, de lujo". Porque, les expliqué, "allí en Valencia tenemos un equipo que cuando lo comparas con otros nombre a nombre es impresionante; ahora pertenecemos a un dueño con una capacidad de compra que antes no podríamos haber soñado y que, aunque eso nos ha costado cierta independencia social, nos permite disfrutar periodos como el de Navidad a lo grande, sin apreturas, sin sufrimientos. Con Lim, al menos de momento, nos ha tocado la lotería", afirmé.
Por eso, y principalmente porque sé que a mi hijo no le va a bastar que en la carta pongamos que deseamos salud y felicidad para todos aunque es lo importante, mi carta para el Valencia CF a Papá Lim empieza con clasificarnos para la Champions para el año que viene, continúa con un titulito de Copa, y firmo con que se concreten los futbolistas que suenan en el entorno valencianista (Enzo, Gaitán, un lateral derecho como Alves o Zabaleta...) Soñar es gratis, y en estas fechas, obligatorio ¿no creen? Feliz semana.
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