Hay un Valencia con Éver y otro sin Éver. Ni mejor ni peor, distinto. Así lo interpretó el cuerpo técnico blanquinegro antes de afrontar el derbi contra el Levante. Sin el toque y el juego combinativo del argentino, Emery construyó un equipo alrededor de Tino Costa con unas características de juego diferentes. Más fútbol directo, más juego por las bandas y mayor rapidez en las transiciones ofensivas fueron las señas de identidad de un equipo construido a imagen y semejanza de Tino Costa. Y es que la apuesta era el juego vertical en detrimento del fútbol horizontal más pausado de su compatriota Éver. El resultado y, sobre todo, las sensaciones dieron la razón a Unai.
Así será el Valencia sin Éver. El equipo está obligado a mutar tácticamente hasta que el argentino se recupere del esguince de grado II en el ligamento lateral interno de su rodilla derecha que sufrió contra el Bayer Leverkusen. Un contratiempo que obligó a los técnicos a cambiar de plan. El fútbol asociativo y de toque de otros días que se originaba alrededor de Éver dejó paso a un fútbol menos elaborado, pero igual de efectista. Con la vuelta de Tino al once inicial, los técnicos apostaron por un juego más directo, eléctrico y vertical con más presencia de las bandas y menos juego por dentro. Esa presencia de fútbol directo por fuera fue la que desaconsejó la participación de Dani Parejo. El madrileño se encuentra más cómodo moviéndose por posiciones interiores, por eso no jugó y Tino fue el elegido. Se adaptaba más al Valencia sin Éver que quería Unai. Se demostró con la ausencia de la figura del enganche. Emery apostó por primera vez en la temporada por la pareja Soldado-Aduriz en ataque, para dar descanso a un Jonas que llegaba al partido con muchos minutos acumulados. Otra de las razones por las que los técnicos optaron por cambiar la filosofía de juego fue el Levante. Según ellos, el rival obligaba a jugar de otra forma y pelear por los rechaces, como así fue finalmente. El Valencia ganó en los duelos directos superando también en el duelo general al Levante. Los goles le dieron la razón a Unai en su nueva concepción de fútbol que necesitaba el equipo. Pase en largo de treinta metros de Tino Costa hacia la banda para que Jordi Alba se plantara solo delanter de la portería de Munúa y gol de Tino a balón parado, en el primer gol de falta de la temporada. Es el Valencia, que sin Banega, Emery quería.
http://www.superdeporte.es/valencia/2011/11/08/valencia-cf-ever/144035.html
Así será el Valencia sin Éver. El equipo está obligado a mutar tácticamente hasta que el argentino se recupere del esguince de grado II en el ligamento lateral interno de su rodilla derecha que sufrió contra el Bayer Leverkusen. Un contratiempo que obligó a los técnicos a cambiar de plan. El fútbol asociativo y de toque de otros días que se originaba alrededor de Éver dejó paso a un fútbol menos elaborado, pero igual de efectista. Con la vuelta de Tino al once inicial, los técnicos apostaron por un juego más directo, eléctrico y vertical con más presencia de las bandas y menos juego por dentro. Esa presencia de fútbol directo por fuera fue la que desaconsejó la participación de Dani Parejo. El madrileño se encuentra más cómodo moviéndose por posiciones interiores, por eso no jugó y Tino fue el elegido. Se adaptaba más al Valencia sin Éver que quería Unai. Se demostró con la ausencia de la figura del enganche. Emery apostó por primera vez en la temporada por la pareja Soldado-Aduriz en ataque, para dar descanso a un Jonas que llegaba al partido con muchos minutos acumulados. Otra de las razones por las que los técnicos optaron por cambiar la filosofía de juego fue el Levante. Según ellos, el rival obligaba a jugar de otra forma y pelear por los rechaces, como así fue finalmente. El Valencia ganó en los duelos directos superando también en el duelo general al Levante. Los goles le dieron la razón a Unai en su nueva concepción de fútbol que necesitaba el equipo. Pase en largo de treinta metros de Tino Costa hacia la banda para que Jordi Alba se plantara solo delanter de la portería de Munúa y gol de Tino a balón parado, en el primer gol de falta de la temporada. Es el Valencia, que sin Banega, Emery quería.
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