Club rico, club pobre. El enfrentamiento Valencia-Real Madrid no es entre iguales. Sobre todo, porque todos los españoles no somos iguales ante la ley ya que algunos lo son más que otros. Mestalla recibe al club más rico del mundo. Al menos en lo que a cifra de ingresos se conoce. El Valencia es feliz porque ha reducido su deuda de 550 millones de euros a 370. Del club de la capital del reino se conocen las cifras favorables, 480 de ingresos. El presunto déficit es un arcano.
Manuel Llorente presenta horas antes del choque su informe de la pasada temporada y el presupuesto de la próxima. Sus cifras marcan la diferencia que existe entre un club, deportivo, el Madrid y una sociedad anónima, el Valencia. Para comenzar a hablar habría que preguntarse por qué hay una Liga con veinte participantes de los que dieciséis son sociedades anónimas, regidas por unas leyes, y cuatro son sociedades deportivas sujetas por reglamentos que, además, no se cumplen. Cuando hay un socio, un barcelonista, que desea que se aplique la norma al ex presidente Joan Laporta, se arma la marimorena y se deja el problema legal ad calendas grecas. Está pendiente del Supremo y ja en parlarem.
Llorente, antes de que en Mestalla haya resultado deportivo, presentará a los socios el presupuesto que contiene previsiones de 104 millones de euros de ingresos, 99 de gastos y un beneficio de 4,6. Los derechos de imagen televisiva fueron 42 millones y para la presente campaña se cuantifica idéntica cifra. Lo percibido por el Madrid por el mismo concepto es de 153 millones. La reivindicación de algunos clubes con respecto a los dineros por televisión está más que justificada. El Valencia es el segundo en tal percibo, pero hay varios que únicamente cuentan con 12 millones. Una vergüenza. Un atropello.
El Valencia cuantifica sus ingresos con 28 millones procedentes de la Liga de Campeones más 21 por los abonos y dieciocho por publicidad. En el presupuesto que se aprobará, las partidas aparecen reducidas tanto por las competiciones internacionales como por los abonos. La buena noticia que se presenta es la rebaja del pasivo en 74,3 millones.
El Real captó para su haber en 2010/11, 480 millones de euros. Tal cifra fue superior en 33 respecto del Barcelona y cien respecto del Manchester United. El Madrid especifica que la explotación del estadio Santiago Bernabéu le reporta 149 millones y los conceptos comerciales apuntan idéntica cifra. A ello hay que añadir 30 millones más en otras partidas. El Valencia tuvo 330.000 euros de beneficio y el Madrid 32 millones.
El Valencia, que hace el esfuerzo moral de codearse con los mejores nacionales y europeos, presenta cuentas que están muy por debajo de las de sus adversarios. El Madrid ingresó 480 millones, 447 el Barcelona, 367 en Manchester United, 283 el Arsenal, 228 el Milán y 217 el Inter. Aquí también hay una Europa de dos velocidades independientemente de la prima de riesgo de algún país como es el caso de Italia.
En Valencia, cualquier decisión urbanística aprobada por el Ayuntamiento levanta sarpullidos en políticos perdedores. En Madrid nunca hay mitin por lo que afecta a sus clubes. Ni de vencedores, ni de vencidos. El Madrid dio el pelotazo con la Ciudad Deportiva y ni un reproche. La famosa Esquina se construyó de tal manera que Ramón Mendoza, entonces presidente, afirmó en asamblea, que el club había engañado al Ayuntamiento con mayor cubicación. Álvarez del Manzano, alcalde, se ofendió, pero "caló el chapeó, requirió la espada, miró al soslayo, fuese y no hubo nada".
El Madrid construyó cuatro torres en la vía pública para el acceso a las gradas altas y tampoco. Ahora, se ha descubierto que el club construirá en lo que aún es vía pública, un centro comercial de 12,250 metros cuadrados. El acuerdo parece ser que se ciñó a una permuta de terrenos, el consistorio cometió un error y para compensar al club le otorga la posibilidad de construir junto a lo que siempre fue la entrada principal. Al parecer, el Ayuntamiento estaba en deuda con el club por las plusvalías de la Ciudad Deportiva y, para compensar, le entrega cuatro parcelas en Carabanchel, otra en la Ciudad Aeroportuaria de Valdebebas y la más valiosa, en la calle que limita el estadio con la Castellana. Izquierda Unida sí anunció que iba a estudiar el asunto.
El Valencia, sociedad anónima, tratará de salir del pozo en que lo hundió Juan Soler e intentará acabar el Nou Mestalla, que bien administrado será fuente importante de ingresos. No obstante, cuando ello suceda la diferencia económica aún será ampliada. Deportivamente, las plantillas no son comparables. En una hay tope salarial y en la otra se dispara con pólvora de rey. En fútbol nunca se puede salir derrotado a competir, pero que sea lo que Dios quiera.
Manuel Llorente presenta horas antes del choque su informe de la pasada temporada y el presupuesto de la próxima. Sus cifras marcan la diferencia que existe entre un club, deportivo, el Madrid y una sociedad anónima, el Valencia. Para comenzar a hablar habría que preguntarse por qué hay una Liga con veinte participantes de los que dieciséis son sociedades anónimas, regidas por unas leyes, y cuatro son sociedades deportivas sujetas por reglamentos que, además, no se cumplen. Cuando hay un socio, un barcelonista, que desea que se aplique la norma al ex presidente Joan Laporta, se arma la marimorena y se deja el problema legal ad calendas grecas. Está pendiente del Supremo y ja en parlarem.
Llorente, antes de que en Mestalla haya resultado deportivo, presentará a los socios el presupuesto que contiene previsiones de 104 millones de euros de ingresos, 99 de gastos y un beneficio de 4,6. Los derechos de imagen televisiva fueron 42 millones y para la presente campaña se cuantifica idéntica cifra. Lo percibido por el Madrid por el mismo concepto es de 153 millones. La reivindicación de algunos clubes con respecto a los dineros por televisión está más que justificada. El Valencia es el segundo en tal percibo, pero hay varios que únicamente cuentan con 12 millones. Una vergüenza. Un atropello.
El Valencia cuantifica sus ingresos con 28 millones procedentes de la Liga de Campeones más 21 por los abonos y dieciocho por publicidad. En el presupuesto que se aprobará, las partidas aparecen reducidas tanto por las competiciones internacionales como por los abonos. La buena noticia que se presenta es la rebaja del pasivo en 74,3 millones.
El Real captó para su haber en 2010/11, 480 millones de euros. Tal cifra fue superior en 33 respecto del Barcelona y cien respecto del Manchester United. El Madrid especifica que la explotación del estadio Santiago Bernabéu le reporta 149 millones y los conceptos comerciales apuntan idéntica cifra. A ello hay que añadir 30 millones más en otras partidas. El Valencia tuvo 330.000 euros de beneficio y el Madrid 32 millones.
El Valencia, que hace el esfuerzo moral de codearse con los mejores nacionales y europeos, presenta cuentas que están muy por debajo de las de sus adversarios. El Madrid ingresó 480 millones, 447 el Barcelona, 367 en Manchester United, 283 el Arsenal, 228 el Milán y 217 el Inter. Aquí también hay una Europa de dos velocidades independientemente de la prima de riesgo de algún país como es el caso de Italia.
En Valencia, cualquier decisión urbanística aprobada por el Ayuntamiento levanta sarpullidos en políticos perdedores. En Madrid nunca hay mitin por lo que afecta a sus clubes. Ni de vencedores, ni de vencidos. El Madrid dio el pelotazo con la Ciudad Deportiva y ni un reproche. La famosa Esquina se construyó de tal manera que Ramón Mendoza, entonces presidente, afirmó en asamblea, que el club había engañado al Ayuntamiento con mayor cubicación. Álvarez del Manzano, alcalde, se ofendió, pero "caló el chapeó, requirió la espada, miró al soslayo, fuese y no hubo nada".
El Madrid construyó cuatro torres en la vía pública para el acceso a las gradas altas y tampoco. Ahora, se ha descubierto que el club construirá en lo que aún es vía pública, un centro comercial de 12,250 metros cuadrados. El acuerdo parece ser que se ciñó a una permuta de terrenos, el consistorio cometió un error y para compensar al club le otorga la posibilidad de construir junto a lo que siempre fue la entrada principal. Al parecer, el Ayuntamiento estaba en deuda con el club por las plusvalías de la Ciudad Deportiva y, para compensar, le entrega cuatro parcelas en Carabanchel, otra en la Ciudad Aeroportuaria de Valdebebas y la más valiosa, en la calle que limita el estadio con la Castellana. Izquierda Unida sí anunció que iba a estudiar el asunto.
El Valencia, sociedad anónima, tratará de salir del pozo en que lo hundió Juan Soler e intentará acabar el Nou Mestalla, que bien administrado será fuente importante de ingresos. No obstante, cuando ello suceda la diferencia económica aún será ampliada. Deportivamente, las plantillas no son comparables. En una hay tope salarial y en la otra se dispara con pólvora de rey. En fútbol nunca se puede salir derrotado a competir, pero que sea lo que Dios quiera.
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