FERNANDO GÓMEZ | .-
El Valencia se la juega en Londres. Era lo más probable viendo cómo se había ido desarrollando la clasificación del grupo. No será fácil sacar un empate con goles de Stamford Bridge, pero el equipo de Emery tiene en sus manos argumentos de sobra para alcanzar los octavos de final en un partido con varias claves muy definidas.
1 Un Chelsea titubeante. Todos pensábamos que los 'blues', a pesar de tener gente nueva como Mata, Meireles o Villas-Boas, llegarían a la cita en mejores condiciones. Tuvieron un comienzo de liga titubeante. Conseguían resultados, pero nunca con claridad, y finalmente eso les llevó a estar ya algo lejos de la cabeza en la Premier. Su mejor momento coincidió con la visita a Valencia. En Mestalla el Chelsea jugó muy bien. Protagonizó dos o tres partidos en los que parecía alcanzar un nivel de juego alto, pero sin embargo ha vuelto a decaer. No ganar en Bélgica y perder en Alemania le complica mucho las cosas, más de lo que nadie podía imaginar.
2 La buena racha del Valencia. El equipo de Emery atraviesa una situación diametralmente opuesta. Comparece en uno de los mejores momentos. Al principio de Liga logró muchos puntos y victorias sin acabar de cuajar. Le costaba ganar. Menos suerte tuvo en la Champions, que desde el principio se le complicó muchísimo. Pero la segunda vuelta de la fase de grupos ha servido para enderezar el rumbo. Ahora al Valencia le cuesta menos ganar, pese a la derrota contra el Madrid, que no afectó al estado de ánimo. Las circunstancias de los dos equipos son, pues, muy diferentes. El Chelsea está sumido en una completa inseguridad y el Valencia rebosa confianza, gana partidos con solvencia y vislumbra suficientes posibilidades de éxito.
3 Hay 90 minutos para marcar. Se hace cuesta arriba pensar en que el Chelsea vaya a caer eliminado tan pronto, pero es perfectamente posible. El Valencia debe afrontar el partido con tranquilidad, consciente de que al Chelsea le cuesta mucho hacer gol. A partir de ahí, los equipos ingleses siempre han resultado menos complicados para los españoles, porque los nuestros aprovechan bien el juego entre líneas y la rigidez de los centrales. Encuentran espacios. Debemos jugar tranquilos, sin ansiedad. Clasificarse supondría un tremendo éxito. En caso contrario, será inevitable que no nos acordemos del tropiezo contra el Genk en Bélgica.
4 Torres frente a Soldado. El delantero madrileño tiene que romper y dar el rendimiento que todo el mundo espera. Sin embargo, lo que nadie entiende es que Del Bosque no le dé descanso durante unos partidos y confíe en Soldado, que lo está mereciendo, y no sólo por goles; también por juego. El seleccionador cuenta con Torres para la Eurocopa y sabe que llevar al valenciano entraña un riesgo. Si mete un par de tantos con la roja, lo comprometerá. Tengo más esperanzas de que el Sevilla no vaya bien, Negredo haga una temporada regular y Soldado lo adelante. En caso de no conseguirlo, lo normal es que en el primer partido después de la Eurocopa le llegue la citación.
5 Sin Banega no se acaba el mundo. Valoro mucho la aportación del argentino, pero su ausencia nos debe servir para apreciar al resto de jugadores de esta plantilla. Sin él, el equipo continúa igual o mejor. Creo que el Valencia tiene mimbres para jugar buenos partidos y contentar a los aficionados. Es importante la fortaleza defensiva adquirida. Ahora hay que refrendar la metamorfosis en Londres.
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