Los dos sostienen que la Liga es la que les da de comer y la Copa del Rey la que ilusiona a la afición. Unai Emery y Juan Ignacio Martínez coinciden en eso y en querer huir de partir como favoritos. El derbi copero entre el Valencia y el Levante tuvo ayer su preámbulo. Los dos técnicos, además de regalarse elogios personales y profesionales, reflexionaron públicamente, y en un escenario imparcial, sobre la actualidad de sus equipos. Desde perspectivas muy diferentes. Así, mientras para el técnico del Levante UD sería un "premiazo" superar la eliminatoria de cuartos, para el del Valencia deshacerse del rival entraría dentro de la lógica porque Emery busca "estar cerca de la final". Coinciden en tratar de preparar la eliminatoria como un partido de 180 minutos, pero con sus matices.
Emery desea que el equipo sepa mantener la portería a cero y JIM que su equipo, como sea, marque. "No siempre se va a remontar y lo ideal sería sacar un buen resultado de Mestalla. Lo importante es, sobre todo, marcar un gol", ambicionaba el técnico alicantino, mientras el vasco, y tras la experiencia de lo ocurrido en la eliminatoria de octavos, recordaba el valor doble de los goles en este tipo de partidos. "Recibir el jueves un gol puede ser determinante", avisaba Emery, al que le gustaría aprovechar el partido para reconquistar a una afición desengañada con el equipo tras el mal partido disputado ante la Real Sociedad. "La competición nos brinda una oportunidad única y debemos aprovecharla. Tras el último traspiés queremos volver a ilusionar a la grada y volver a sentirnos queridos por nuestra afición", apuntaba Unai que, extraño en él, reconoció que el equipo perdió "la capacidad de ser equipo" y "no estuvo al nivel exigido", por lo que abogó por "trabajar, ser optimistas y recuperar la confianza". Juan Ignacio corroboraba las palabras de su colega pero con el fin de satisfacer a la afición granota.
A los dos entrenadores les preocupan, en las horas previas, las lesiones y cómo poder conjugar un equipo "competitivo". En el Valencia es baja Miguel y duda Albelda y Mathieu, mientras que en el Levante se confirmó ayer la lesión de Valdo mientras Rubén Suarez y Koné tienen molestias. "Estamos en una situación crítica porque el partido de Bilbao dejó secuelas y son muchos los jugadores lesionados y los que arrastran molestias, además de los que se han ido", lamentaba JIM, que acto seguido apostillaba: "un derbi obliga a sacar fuerzas de donde no las hay, y las sacaremos porque nuestra afición se lo merece", se comprometía. "Lo importante es que se vea un buen espectáculo", deseaba JIM, mientras Emery, algo más ambicioso, pensaba en el pase. "Creo, sinceramente, que ninguno saldrá clasificado de Mestalla, pero si trataremos de poner las bases para ir con garantías al Ciutat de València", proclamaba Emery.
Tras reconocer que, en el partido de Liga, el Valencia ganó "justamente", Juan Ignacio Martínez reconoció que en el encuentro del Ciutat de València, su equipo "pecó de ganas", tuvo "ansia" y deseó que la derrota sirviera para "haber aprendido" de todo lo que se hizo mal. Emery, al contrario, suspiró porque se repita el guión y sobre todo el resultado del 0-2. "El Levante lo está haciendo muy bien y esto nos pone sobre aviso. Le tenemos un gran respeto porque se lo ha ganado en el campo. Su cuarto puesto no es casualidad, sino causalidad por el buen trabajo hecho. Al principio de temporada, creía que el Levante iba a sufrir y que su objetivo era la permanencia, pero la realidad es que está haciendo una temporada magnífica y está en puestos de Liga de Campeones", reflexionaba Emery que, según confiesa, admira a JIM desde su época de jugador en el Lorca, cuando el alicantino dirigía al Mar Menor. Ahora es JIM quien, embelesado, lo admira a él.
http://www.levante-emv.com/deportes/2012/01/18/nadie-quiere-favorito/873465.html
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