JUAN CARLOS ALARCÓN. HOY El nuevo Valencia CF ha demostrado que la época de vender jugadores importantes ha terminado y ha dado un golpe de efecto con la renovación de Gayà
VALENCIA.
El Valencia de Peter Lim va enserio y, una vez más, lo ha demostrado con hechos. Desde la llegada del empresario singapurense al frente del club, las palabras y las ruedas de prensa han dejado paso a las actuaciones y a demostrar los acontecimientos con hechos.
La renovación de José Luis Gayà y la manera de anunciarla ha sido el primer gran golpe en la mesa del empresario asiático desde su llegada al combinado valencianista. El jugador contaba con ofertas importantes, sobre todo una del Real Madrid que quería hacerse con la gran perla actual del fútbol español.
Pero este Valencia es consciente de que los mejores jugadores deben permanecer en la entidad valencianista y sobre todo si son criados en Paterna. El club tenía claro que la continuidad de Gayà era prioritaria en el proyecto y, tras una importante apuesta, lo ha conseguido.
El cuadro valenciano ha mandado un mensaje al mundo del fútbol que no es otro que la época de vender jugadores claves ha terminado, puesto que los grandes clubes del fútbol europeo andaban detrás de la apetecible joya valencianista que finalmente ha apostado por el proyecto que encabeza Peter Lim.
Además, el club ha elegido el momento ideal para dar este ‘golpe' a los blancos y a su entorno, que ya celebraba la llegada de Gayà el próximo verano. Pocas horas antes de poner rumbo hacia Madrid, el Valencia hacia oficial la renovación y el blindaje del joven canterano hasta el año 2020. Ahora, quien quiera a Gayà ya sabe que son 50 millones de euros.
La forma de anunciar la renovación del jugador es otra muestra de que el equipo quiere imponer el respeto que le han perdido en los últimos tiempos. En el seno del club molestó mucho que diferentes medios vistieran a Gayà con la camiseta del Real Madrid, dando por hecho que ficharía por el club blanco y el Valencia ‘imitó' ese montaje con la camiseta del Valencia y el escudo de los de Mestalla de fondo y con un mensaje claro "Esta si es mi camiseta y este es mi escudo".
Tras unas duras negociaciones, las dos partes han tenido que ceder en sus pretensiones iniciales que llevaron a la negociación hasta el límite. El futbolista, como ya informó este periódico, dio un paso al frente tras el partido en el Camp Nou y pidió a las partes que arreglaran la renovación puesto que él deseaba seguir en el Valencia.
Así pues, el Valencia aumentó la primera oferta que era de un millón de euros fijos más medio millón en variables y convirtió la cantidad en un millón y medio fijo, más variables, y los agentes del jugador redujeron sus pretensiones en función de la cláusula de rescisión que en un principio querían que fuera de 22 millones, para acabar aceptando el blindaje del Valencia.
Gayà saltará al Santiago Bernabéu tranquilo tras cerrar su renovación. En el palco, Florentino Pérez verá la joya que no ha podido convencer y visualizará un rival que va enserio y que ha llegado con la intención de irrumpir fuerte en el fútbol español y europeo. El Valencia ha vuelto.
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