El Valencia no jugará en Europa por primera vez desde 2005/06 y el club sabe que sólo podrá atraer a jugadores 'top' a base de talonario La eliminación aviva el proceso y los inversores exigen rapidez para armar su proyecto deportivo de futuro
HÉCTOR ESTEBAN | VALENCIA..-
HÉCTOR ESTEBAN | VALENCIA..-
El sueño deportivo de llegar a la final de Turín era el dique que contenía las aguas turbulentas de un proceso de venta que lleva camino de convertirse desde ahora mismo en el tsunami que lo arrastre todo. La pesadilla de los despachos se aplazó para vivir el sueño de llegar a Turín, que el Sevilla se empeñó ayer en romper como un estridente despertador con un tic-tac que ahora conduce al equipo a un cambio de dueño, si es que al final sobrevive el proceso.
La Fundación del Valencia, que es la propietaria del club al poseer el 70% de las acciones, acordó en una reunión informal la tarde de Jueves Santo alargar los plazos hasta después de la final de Turín, que se jugará el 14 de mayo. Una decisión que fue ratificada una semana después vía comunicado en pos del espíritu deportivo . Ahora, con la Europa League recién guardada en el baúl de los recuerdos, se inicia una recta final de temporada que rechina más que el 'nanas'. Sin aspiraciones en lo deportivo y con una sobresaturación de ambiciones en aquello que se ha venido a denominar como lo social, que no es otra cosa que quién pondrá el dinero en el nuevo Valencia y quién será el que ocupe el sillón de presidente.
En lo deportivo, el Valencia se enfrenta un futuro deportivo al que no está acostumbrado. Con el cuarto presupuesto más alto de la Liga, sólo por detrás de Real Madrid, Barcelona y Atlético de Madrid, los de Mestalla están fuera de Europa, lo que obligará a una travesía por el desierto, como tantas veces ha pasado, que durará como mínimo una temporada. A día de hoy todavía es posible alcanzar la séptima plaza que da derecho a jugar la Europa League. Para eso el Valencia debería de ganar los tres partidos que quedan y la empresa que tiene el domingo a las nueve de la noche en el Bernabéu ante el Real Madrid se antoja complicada. Además se tiene que cumplir otra parte, que no es otra que el Villarreal sólo sume como máximo uno de los nueve puntos que quedan, algo que también parece casi imposible.
La última vez que el Valencia se quedó fuera de Europa fue en la temporada 2005/06, donde cayó en la final de desaparecida Intertoto. Desde entonces nunca ha faltado en el bombo continental, lo que se traduce en ingresos en la cuenta corriente del club en forma de varios millones de euros.
La derrota de ayer ante el Sevilla tendrá consecuencias en dos caminos complementarios. En el plano deportivo, el futuro dueño del club sabe que su proyección internacional quedará acotada por lo menos una temporada. No estar en Europa obliga a armar una plantilla competitiva que garantice estar en la Liga de Campeones al año siguiente. El problema está en las entradas y salidas.
Salida y entrada de jugadores
Hay futbolistas en la actual plantilla que gustan a muchos conjuntos con más aspiraciones al año que viene. Futbolistas como Joan Bernat, que todavía no ha renovado y cuyo precio de mercado supera los 10 millones de euros; Dani Parejo, por el que también se puede sacar una buena cantidad e incluso Paco Alcácer, que ha sido la gran revelación de la temporada, tienen mucho mercado y el Valencia puede ingresar dinero por ellos. Otro de los futbolistas con proyección es el francés Mathieu, que ha sido el sostén de la línea defensiva esta temporada. Todos estos jugadores, además de Diego Alves al que se le ha ofrecido la renovación, son fundamentales en la futura columna vertebral del Valencia.
Además, los cedidos, como son el caso de Banega, Rami, Guardado o Postiga, también buscarán una salida aunque tendrán el as de poder presionar al club para que rebaje su precio.
La otra parte en el aspecto deportivo se centra en la llegada de jugadores. Si el inversor que compre el Valencia no aterriza en el club con un buen fondo de talonario será complicado que en un principio los jugadores se sientan atraídos por el proyecto de un Valencia que no jugará Europa. El Mónaco, por ejemplo, ascendió la temporada pasada a la primera división francesa y fichó a jugadores como Falcao con el dinero por delante.
Hacer un equipo con aspiraciones pasa por gastarse el dinero. Los jugadores 'top', sin un proyecto deportivo de primer nivel, será complicado que aterricen en Valencia si no gozan de una ficha que supla todo lo demás. Habrá que aspirar a fichar a gente joven con un precio dentro de las posibilidades.
Variación en la venta
La eliminación de la Europa League puede precipitar también el proceso de venta del club, que ahora pasa a convertirse en tema exclusivo tras perder por el camino todo el interés competitivo. Además, la finalización del proceso urge porque hay que preparar el proyecto para el año que viene y si la negociación se enquista podría derivar en una incertidumbre de cara a la planificación de la próxima temporada.
Caer ante el Sevilla ha sido un golpe para los intereses de Salvo. La final de Turín reforzaba sus posibilidades de seguir al frente del Valencia. Por los menos, era un suministro de munición para hacer frente al resto de ofertas -el presidente actual está vinculado a las propuestas de Wanda y Peter Lim- en la recta final de un proceso que ya no se resiste ni con bebidas isotónicas.
Salvo, que nadie puede negar que tiene carácter, ha sabido jugar con maestría la baza social. Con un mensaje muy directo ha sabido subir a su barco a una gran parte de la afición valencianista. Y lo ha hecho con todos los medios que ha podido: desde lo tradicional al 2.0.
El problema es que el partido de ayer frente al Sevilla era una moneda al aire. La cara surtía de un plus a la resistencia salvista. La cruz, la de la derrota y la eliminación, se convierte en un palo en el camino del actual presidente.
La semana que viene es clave. El día 5 de mayo, en principio, se pueden presentar las ofertas mejoradas en una decisión salpicada de polémica y que significó la salida del proceso de la americana GEM. El 12 de mayo está previsto que se presente la valoración de las ofertas para cinco días después se vote, aunque esta fecha se puede demorar.
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