AQUELLOS EQUIPOS QUE MEJOR TENGAN DEFINIDA SU IDENTIDAD DE JUEGO, FALLARÁN MENOS
Durante la disputa de la liga domestica, siempre existen fechas destinadas a la celebración de un partido de selecciones nacionales, con carácter oficial o amistoso.
Ese parón obligado por los compromisos de la selección, obliga a reestructurar el plan de trabajo de los equipos, momento por el cual, cada club invierte el tiempo, en diferentes aspectos como analizar aspectos del juego, tiempo para recuperar jugadores lesionados, o incluso para hacer dinámicas de grupo.
Dichas actividades o tareas, dependiendo de si el equipo se encuentra en dinámica positiva o negativa, se enfocan hacia la búsqueda de la mejora individual o colectiva, técnica o táctica, e incluso cuestiones de actitud entre los miembros de la plantilla y cuerpo técnico o volver a adquirir la competitividad que por el desgaste que implica la competición regular, el parón permite regenerar y que inevitablemente se puede perder.
Las planificaciones de los equipos deben de incluir dichos eventos, para evitar en la medida de lo posible imprevistos, siempre por supuesto, partiendo de la idea de que en el futbol profesional o de máximo rendimiento, nos encontramos con situaciones de lesiones y sanciones que son inherentes al juego y se hacen incontrolables.
Depende de las dinámicas de los equipos
Hay equipos que hasta el momento mencionado de descanso liguero, obligado por la selección, están consiguiendo los objetivos marcados a principio de temporada y otros sin embargo, no están en la línea deseada y obtienen un plazo de tiempo extra para organizarse y trazar la línea de futuro mas conveniente.
Si contextualizamos y ejemplificamos todo lo anterior, podemos intuir que al Valencia CF, tras una racha positiva de resultados, no le interesa la llegada del descanso.
Sin embargo, por otra parte, el Levante UD, por ejemplo, como otros muchos equipos, se entiende que con el parón de selecciones, se puede ver reforzado, con la ganancia de tiempo para organizar sus ideas y propuesta, tanto de juego como de objetivos, que no es otro que la permanencia, y volver a encauzar al grupo.
En esta situación de jornada sin Liga, el micro ciclo semanal de trabajo de los equipos pueden variar en cuanto a volumen, pero no en cuanto a la estructura, y me explico.
La estructura de la semana de entrenamientos, será muy similar en cuanto a los días de entrenamiento, pudiendo incluir algún día de descanso, para aquellos que van a competir con sus países, pero existiendo una compensación para aquellos jugadores que no han sido seleccionados, y que deberán realizar alguna sesión extra.
En líneas generales, la no existencia de jornada de liga, implica que emocionalmente el equipo se puede descomponer un mínimo, pudiendo influir en la vuelta a la normalidad y la competición, o pueden recuperar esa pasión, ilusión o motivación por volver a ser competitivos y demostrar la profesionalidad que se les presupone.
El mejor feedback que se puede obtener desde el punto de vista de rendimiento de un equipo, lo muestra la jornada inmediatamente consecutiva al descanso, con el análisis del equipo, el nivel de juego, su comportamiento, aspectos que se mantienen o mejoras conseguidas tras el “periodo de reflexión”, que puede dar lugar a tres posibles situaciones.
La primera, es que el equipo en dinámica ganadora, lo siga siendo, mostrando el equipo, el mismo nivel, la segunda, que exista una mejora en los resultados, tras ajustar aquellos espacios o sectores que antes de la ausencia de jornada se percibían pero se han corregido, y tercera y ultima, que el equipo en cuestión, decaiga en su rendimiento, a nivel de resultados o de su juego.
Aquellos equipos que mejor tengan definida su identidad de juego, y posean los futbolistas adecuados para ello, tienen el proceso competitivo supeditado a un menor margen de error.
Todo depende, del grado de implicación y carácter que personalmente cada futbolista, entrenador o miembro de la plantilla posea, siendo incuestionable, que detrás de cada equipo, hay una ciudad, un club y una afición, a los cuales se les debe de respetar, y por consiguiente ofrecer el máximo de compromiso y entrega.
David Martínez
Entrenador de Fútbol
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