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jueves, 5 de marzo de 2015

Ni dorado y blanco ni azul y negro: todo blanquinegro

ALBERTO SANTAMARÍA. HOY Y más abajo, casi en las catacumbas del valencianismo, nos encontramos los que vemos la situación del conjunto che azul -casi negra-...

VALENCIA.

 ¿Y tú cómo lo ves?¿Cuántas veces le han hecho esta pregunta a lo largo de los últimos días? Efectivamente, les hablo del famoso vestido colgado en la red social de twitter por la usuaria de Tumblr Swiked que se ha convertido en la comidilla de cualquier conversación informal entre amigos. Como muchos ya sabrán, la prenda original en cuestión es de color azul y negro aunque hasta un 78% de los encuestados en Buzzfeed la ven blanca y dorada. Como en mi caso. La explicación científica al porqué de esta diferente percepción es clara: "que lo veamos de un color u otro depende de cómo sea nuestro detector (la retina) y de todo lo que nuestro cerebro haya aprendido a lo largo de la vida", afirmaba el prestigioso doctor Jordi Monés, director del Instituto de la Mácula y de la Retina. Es decir, que el vestido es el mismo, sus tonalidades también y que lo único que cambia, como dice el refrán, es el color del cristal por el que se mira. Es justo lo que ocurre con la clasificación del Valencia Club de Fútbol en la Primera División. Ésta no se discute, se comprueba. Los blanquinegros son cuartos, a un punto del tercero -el Atleti-, con siete puntos de ventaja más el gol-average con respecto a la quinta posición que ocupa el Sevilla, y a ocho puntos de distancia del líder, el todopoderoso Real Madrid. Sin embargo, la percepción del estado actual de los de Nuno en la Liga difiere según a quién preguntes. Como con el famoso vestidito de las narices.

Los ultra optimistas, a los que el blanco se les queda corto y todo lo ven dorado, ya se atreven a especular, incluso, con la consecución del título. Solo piensan en el combinado que dirige Carlo Ancelotti, en el partido del Santiago Bernabéu de la jornada 36, y en qué encuentros podrían pinchar los blancos desde hoy y hasta el final de la temporada. Unos osados. Cierto es que el fútbol es ilusión y que, sin ella, el deporte pierde su sentido, pero hablar hoy de ganar la Liga me parece faltar a la realidad. Una forma de vender de humo innecesaria. ¿Es imposible arrebatarle el liderato al Madrid? Matemáticamente, no, pero solo un milagro permitiría otra remontada histórica como en 2004. Porque aquellos que argumentan que los 8 puntos de ventaja con los merengues son pan comido en las 13 jornadas restantes, se olvidan que la distancia con el quinto, el Sevilla, es semejante y, sin embargo, ven harto complicado que los hombres de Unai vuelvan a meterse en la lucha por la Champions.
Un escalón por debajo se encuentran los del color blanco, aquellos que afirman que el objetivo del combinado de Mestalla no debe diferir de la conquista, sí o sí, del tercer cajón liguero. A un solo punto de los de Simeone, el Valencia tiene a tiro una posición que convertiría la campaña en un éxito rotundo. El regreso a la máxima competición continental sería un hecho sin la necesidad de participar de ninguna ronda previa. Un logro mayúsculo en el primer ejercicio de un proyecto a cuatro años -los que firmó Nuno-, superando, de ser así, al actual campeón de Liga y subcampeón europeo. Y es lógico creer que el reto es factible. Cumplidos dos tercios de temporada, solo falta el arreón final. Un arreón casi en igualdad de condiciones...contra un equipazo. Tampoco podemos olvidarlo. Los colchoneros son un bloque sólido con varios años de trabajo pero con la presión, a diferencia, de su rival del domingo, de tener que luchar por la Liga.
Y más abajo, casi en las catacumbas del valencianismo, nos encontramos los que vemos la situación del conjunto che azul -casi negra-. A mí me gusta llamarlo prudencia. En general, no va con el carácter de esta tierra, dónde como buenos falleros, nos gusta levantar el monumento para quemarlo cuatro días más tarde. O lo que es lo mismo, estar convencidos hoy de que el Valencia puede ganar la Liga y en el caso de sufrir una derrota en El Calderón -esperemos que no suceda- dudar hasta del mismísimo Españeta. No me gustan los extremismos. Sigo pensando que la plantilla de Nuno debe asegurar la cuarta plaza y con ella en el bolsillo, marcarse otras metas más altas. Pero poco a poco, con los pies en el suelo y sin tener que lanzar las campanas al vuelo. Vamos exactamente el discurso que emana del vestuario a lo largo de los últimos días. Ya saben, el famoso partido a partido. Y si cuando falten 5 jornadas, el líder se pone a tiro...ya echaremos a volar la imaginación.

Realizada la exposición, entiendo que muchos estén en desacuerdo con mi observación, y me gusta que así sea. Ahora bien, no soporto a quienes, sin vergüenza alguna, reparten carnets de valencianismo. El aficionado que se sienta identificado con 'los dorados' no ama más a su club que el hincha que prefiere no soñar en exceso para evitar desengaños sin sentido y se queda con la visión desde el cristal 'azul'. Todas las perspectivas tienen cabida en lagran familia de Mestalla. Todas. Porque habrá momentos en los que usted verá a su equipo dorado y blanco y en otros, comulgará con el azul y el negro, pero no lo olviden, la realidad, su realidad y la de todos es siempre blanquinegra Y eso nos une.

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