La presión corre de parte del Valencia, favorito pero bloqueado con sólo tres triunfos en 2012, frente al entusiasmo creciente del Levante UD
VICENT CHILET Nunca el derbi de Valencia se había presentado tan trascendente. Para llegar a ese punto de igualdad confluyen, en cada club, dos estados de ánimo diametralmente opuestos. Por un lado, se presenta un Valencia atormentado. No se le discute que es superior y favorito, pero atraviesa la peor racha de toda la temporada, con tres derrotas seguidas, sólo tres victorias en tres meses, un entorno desencantado y un entrenador, Unai Emery, que empieza a tener asumido que no seguirá el próximo curso. Frente a esa curva depresiva emerge el Levante UD, en la mejor temporada de su centenaria historia. El club «granota» se ha recuperado del bache de lesiones y malos resultados en el ecuador del calendario y tiene ante sí la oportunidad de luchar por una plaza europea, con el menor presupuesto de la categoría pero rebosante de entusiasmo.
La presión corre de parte del Valencia, tercero en la tabla con tres puntos más que el cuadro «granota», y exigido ante sus aficionados, con el agravante añadido de la derrota del pasado jueves ante el AZ Alkmaar (2-1), que complica el pase para las semifinales de la Liga Europa. El factor campo, a tenor de lo visto en los últimos finales de encuentro en Mestalla, con cada bloqueo mental del equipo ante sus aficionados, puede volverse en contra de los blanquinegros si no decantan pronto el encuentro a su favor. Las dificultades crecen con las dos bajas que presentará el Valencia para el encuentro, por las sanciones de Soldado y Jordi Alba, dos jugadores fundametales para Unai Emery. La decadencia valencianista se explica con la estadística, elaborada por la agencia Efe, en la que revelaba que para igualar los 71 puntos alcanzados en las dos últimas temporadas, debería ganar ocho de los nueve partidos que restan al torneo.
La previa parece idílica para el Levante UD, pero si se repasan los precedentes de esta campaña la realidad es otra. Tanto en el encuentro de ida en el Ciutat de València como en el doble enfrentamiento copero, los azulgranas fueron muy inferiores al Valencia, acusando la presión de la oportunidad histórica de derrotar al vecino y con un juego sobreexcitado, alejado de la solidez defensiva y la contundencia al contragolpe, bases del trabajado milagro de los pupilos de Juan Ignacio Martínez. El parcial en tres envites es, de momento, favorable a los valencianistas por 9-1. De hecho, el Valencia suma 329 minutos sin recibir un gol en un derbi liguero, desde el que anotara el defensa Serrano en la campaña 2007/08, en la victoria por 1-5 de los valencianistas en Orriols.
La presión corre de parte del Valencia, tercero en la tabla con tres puntos más que el cuadro «granota», y exigido ante sus aficionados, con el agravante añadido de la derrota del pasado jueves ante el AZ Alkmaar (2-1), que complica el pase para las semifinales de la Liga Europa. El factor campo, a tenor de lo visto en los últimos finales de encuentro en Mestalla, con cada bloqueo mental del equipo ante sus aficionados, puede volverse en contra de los blanquinegros si no decantan pronto el encuentro a su favor. Las dificultades crecen con las dos bajas que presentará el Valencia para el encuentro, por las sanciones de Soldado y Jordi Alba, dos jugadores fundametales para Unai Emery. La decadencia valencianista se explica con la estadística, elaborada por la agencia Efe, en la que revelaba que para igualar los 71 puntos alcanzados en las dos últimas temporadas, debería ganar ocho de los nueve partidos que restan al torneo.
La previa parece idílica para el Levante UD, pero si se repasan los precedentes de esta campaña la realidad es otra. Tanto en el encuentro de ida en el Ciutat de València como en el doble enfrentamiento copero, los azulgranas fueron muy inferiores al Valencia, acusando la presión de la oportunidad histórica de derrotar al vecino y con un juego sobreexcitado, alejado de la solidez defensiva y la contundencia al contragolpe, bases del trabajado milagro de los pupilos de Juan Ignacio Martínez. El parcial en tres envites es, de momento, favorable a los valencianistas por 9-1. De hecho, el Valencia suma 329 minutos sin recibir un gol en un derbi liguero, desde el que anotara el defensa Serrano en la campaña 2007/08, en la victoria por 1-5 de los valencianistas en Orriols.
http://www.levante-emv.com/deportes/2012/03/31/derbi-estados-animo/893947.html
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