Mina, Cancelo y Ryan marcar límite hasta 2021; faltan Piatti y Feghouli
@SUPERMONTORO y @MCGALLART
El Valencia ha cubierto en los primeros seis meses del año 2015 la mayor parte del plan para consolidar el proyecto de Peter Lim, que pasaba por confirmar la adquisición de los futbolistas que llegaron la temporada pasada de la mano de Meriton y acometer las renovaciones más urgentes que ya se han llevado a cabo a falta de concretar dos casos, los de Feghouli y Piatti. Ambos acaban a final de la campaña que ahora comienza y el club ha de tomar cuanto antes una decisión al respecto. Con todos los movimientos, que comenzaron a fraguarse en el mes de enero con la ampliación de contrato de Paco Alcácer, el grueso de la plantilla está atada por dos años más en el caso de dos jugadores que terminaban el pasado 30 de junio, Javi Fuego y Barragán, y con un máximo de seis años con otros tres futbolistas que tienen ahora vinculación con el Valencia hasta el año 2021, que son Cancelo, Santi Mina y el último fichaje de esta misma semana, el guardameta australiano Mat Ryan.
El Valencia CF, como declaraba hace algunos días la presidenta Layhoon Chan, tiene una base aseguraba para muchos años en la que falta ver qué va a pasar con una de sus piezas fundamentales, que es Nicolás Otamendi. Contrato hasta 2019 y una cláusula de 50 millones a la que a día de hoy se aferra el club ante el evidente deseo del jugador de mejorar, deportiva o económicamente. A partir de ahí, todas las nuevas incorporaciones llegan bajo el prisma de ser apuestas a largo plazo, jugadores muy jóvenes con garantías suficientes de ofrecer un buen rendimiento deportivo y económico a medio plazo. Son los casos de Mina, Bakkali y Danilo Barbosa, los tres de la mano del agente Jorge Mendes; e incluso el de Ryan, que viene para asumir el reto de la titularidad en la portería de Mestalla con 23 años cumplidos en el mes de abril.
Fichajes y renovaciones
La inversión de este verano en nuevos fichajes tiene el signo de la contención del gasto que marcan el juego limpio financiero y, sobre todo, las grandes obligaciones contraídas con los futbolistas que llegaron el año anterior: Negredo, Rodrigo, André y Cancelo suponen alrededor de cien millones de euros entre los cuatro. En cuanto a caras nuevas, los 10 millones de Mina, los 7 del guardameta que pagarán al Brujas, Danilo cedido por el Braga portugués con opción de compra y Bakkali a coste cero, con carta de libertad tras acabar contrato con el PSV.
La inversión de este verano en nuevos fichajes tiene el signo de la contención del gasto que marcan el juego limpio financiero y, sobre todo, las grandes obligaciones contraídas con los futbolistas que llegaron el año anterior: Negredo, Rodrigo, André y Cancelo suponen alrededor de cien millones de euros entre los cuatro. En cuanto a caras nuevas, los 10 millones de Mina, los 7 del guardameta que pagarán al Brujas, Danilo cedido por el Braga portugués con opción de compra y Bakkali a coste cero, con carta de libertad tras acabar contrato con el PSV.
La cuenta y el coste de plantilla aumenta sin embargo con las mejoras de contrato, sobre todo en los casos de Alcácer, Gayà, Parejo en que el salto es importante. Como explicó Nuno Espírito Santo en su primera rueda de presa de esta nueva etapa, «hemos renovado jugadores que creemos en ellos», entre los que hay que incluir también Barragán y Javi Fuego. Los casos de Feghouli y Piatti van aparte, las negociaciones se iniciaron con Salvo y Rufete pero en los dos últimos meses han quedado paradas, bien sea por los cambios que se han producido en la estructura del club o porque la confianza en ellos no es tanta como en los otros casos. Tampoco se ha descartado nunca que ambos puedan ser traspasados si se presenta alguna oferta, con el inconveniente de que están a menos de doce meses de obtener la carta de libertad y ambos son los suficientemente jóvenes como para asumir el riesgo de perder protagonismo en el equipo a lo largo de esta temporada.
Con todo, el Valencia está a día de hoy por encima de los límites que marca la Liga de Fútbol Profesional en cuanto a coste de plantilla, salarios más amortizaciones. Eso obliga al inversor a presentar una ampliación de capital que le supondrá inyectar dinero directamente a la sociedad mediante la compra de acciones, aunque probablemente haya que esperar al desenlace del play-off por la Champions para definir los términos de la misma. Eso o vender a Nico Otamendi.
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