ALBERTO SANTAMARÍA. HOY Tras los dos choques de este fin de semana veremos por dónde pasa el futuro de un futbolista que, pese a sus malas estadísticas, no cuenta con el respaldo del técnico pero mantiene el apoyo casi unánime de la afición...
VALENCIA.
El Báltico y el del Norte. Estos son los dos mares que bañan los 2.389 kilómetros de costa de los que disfruta la siempre potente Alemania. Playas, eso sí, muy alejadas de la céntrica localidad de Colonia. Es precisamente allí, dónde el Valencia Club de Fútbol disputará a lo largo de este fin de semana los amistosos de pretemporada ante el Oporto y el conjunto local. A pesar de la larga distancia que separa esta ciudad germana del primer pueblo marítimo, será en su coliseo, el Rhein Energie Stadion, dónde Nuno Espírito Santo va a tener que mojarse -del todo- con respecto aÁlvaro Negredo...si es que no lo ha hecho ya.
El affaire con el delantero volvió a generar debate entre la opinión pública tras el partido frente al PSV Eindhoven. En la victoria por la mínima en Alzira, el vallecano -junto con Yoel- fue el único futbolista de la primera plantilla que se quedó sin participar del duelo por decisión técnica. Su nivel mosqueo solo lo conocen las paredes del Lluís Sunyer Picó. Pero lo hubo. De inmediato se encendieron las alarmas en el entorno. Las primeras interpretaciones son claras: el míster no cuenta con su "bomba". Veinticinco días después de que Peter Lim tuviera que abonarle al Manchester City los 30 millones de euros de la opción de obligatoria, el entrenador portugués dejó de apostar por el fichaje más caro en la historia del club. Alcácer, Rodrigo y Santi Mina están por delante. Al menos, de momento. Porque como mínimo habrá que esperar hasta pasado mañana para saber si, pese a que el ex del Sevilla nunca va ser su primera opción para el ataque, Nuno va a seguir dándole minutos o prefiere forzar su salida para encontrar cuánto antes un sustituto de garantías. Si ocurre lo segundo, el lío estará de nuevo servido.
El desencuentro entre Nuno y Negredo viene de lejos. El Tiburón no entendió su rol la pasada temporada y así se lo transmitió a su superior en más de una conversación seria. Los argumentos nunca terminaron por convencer al atacante tal y como quedó patente el lunes 13 de abril cuando el ‘7' no celebró el tanto que redondeaba la goleada en el derbi contra el Levante. Álvaro sabía que su gesto iba a encender la caja de los truenos y nada más acabar el choque le quitó hierro al asunto en zona mixta: "Cuando te está costando hacer goles tienes algo pendiente con uno mismo y tenía muchísimas ganas de marcar". Así se excusó el madrileño con el fin de evitar cualquier tipo de polémica. Sin embargo, su carácter ganador provocó una reacción que puso en alerta a los rectores del club y que generó, entre otras cosas, el enésimo desencuentro entre Nuno y los ya ex mandatarios, Amadeo Salvo y Rufete. Ex presidente y ex manager general -especialmente este último- defendieron su continuidad a capa y espada a pesar de que ellos conocían que la intención del luso era la de poner al punta en el mercado.
La idea del ahora mandamás en la entidad sigue siendo la misma. Pero la de Negredo, también. Hoy por hoy el delantero no ha cambiado de opinión. Quiere, con trabajo y esfuerzo, cambiar la percepción que su jefe tiene sobre él. Además, cualquier operación supondría dejarse muchos euros por el camino. ¿Cuánto vale su traspaso? Lamentablemente seguro que no los 30 kilos que acaba de pagar el club. ¿El Valencia se puede permitir perder tantos millones de euros en apenas un año? ¿Merece o no merece otra oportunidad el Tiburón? Preguntas y más preguntas que tendrán una respuesta cercana a la realidad en apenas 72 horas. Tras los dos choques de este fin de semana veremos por dónde pasa el futuro de un futbolista que, pese a sus malas estadísticas, no cuenta con el respaldo del técnico pero mantiene el apoyo casi unánime de la afición.
Estos nunca fallan. La gran mayoría de ellos no son ni de Nuno ni de Negredo: son del Valencia. Los 37.018 abonados que han renovado su pase y los centenares de valientes que han vuelto a llenas las gradas de Mestalla son la razón de ser de cualquier club de fútbol. Con la hinchada apoyando todo va a ser más fácil. Así lo disfrutó la plantilla la campaña anterior y así será desde que arranque la previa de la Champions. La imagen de las colas de ayer en las taquillas habla por sí sola. Es simplemente admirable. ¡Ellos sí son la bomba!
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