El dueño del Valencia transmite al consejo una clara consigna: el que venga debe apostar fuerte pensando en la entrada en Champions
Sabido es que el Valencia se ha propuesto sí o sí entrar en Champions la temporada que viene. Para eso ha hecho el esfuerzo económico Peter Lim, cuya inversión en contrataciones supera los cien millones de euros. Y sobre este objetivo deportivo pivotan un buen puñado de cuestiones que afectan a otro tipo de áreas. Desde el lógico hecho de aumentar el capítulo de ingresos -la Champions puede llegar a suponer 30 millones de euros- hasta el factor del patrocinador.
Sobre este último aspecto, el consejo de administración ya conoce cuáles son los parámetros que ha decidido imponer el dueño de la entidad. La nueva directiva ya ha mantenido sus primeras reuniones formales y no hay ningún tipo de duda sobre las condiciones básicas para negociar la llegada de un patrocinador. La apuesta de Lim en este sentido rompe moldes y se da casi por descartado ya que pueda llegar algún tipo de sponsor en el presente ejercicio. La camiseta del Valencia seguirá blanca hasta junio. Eso sí, si se produce el acuerdo con alguna entidad, éste no será para cubrir las necesidades de la presente temporada. Así lo han transmitido los nuevos dirigentes. Si alguien quiere convertirse en el patrocinador del Valencia, lo hará con unas condiciones económicas fortísimas, pensando sobre todo en la repercusión que a nivel de mercado tendrá la temporada que viene al estar -teóricamente- en Champions.
Si Lim ya echó abajo el acuerdo que tenía Salvo con prácticamente cerrado con Turkish Airlines, lo hizo porque el precio inicial ha sufrido un considerable aumento. Salvo siempre habló de que el pecho de la camiseta valencianista podía valer en torno a los seis millones de euros, una cantidad bastante respetable teniendo en cuenta los precedentes. Ahora se pide muchísimo más. Quizás más de diez millones de euros.
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