El asesor económico de Llorente aboga por una medida que permitiría pedir otro préstamo para acabar el estadio
JOAQUÍN BALLESTA | VALENCIA..-
JOAQUÍN BALLESTA | VALENCIA..-
Sobre las ruinas del fallido pacto con Bankia, Manuel Llorente trató el viernes de abrir una ventana a la esperanza. Las negociaciones con la entidad financiera siguen activas; simplemente se adentran en un terreno distinto, donde el acuerdo inmobiliario ya roto deja paso a otro de carácter meramente financiero. No aportó más datos el presidente, algo que sí hizo ayer en LAS PROVINCIAS Punto Radio (92.0 FM) su hombre de confianza en la parcela económica. La viabilidad del Valencia depende de que se consiga que Bankia refinancie a muy largo plazo el crédito de casi 250 millones de euros que vence el próximo mes de diciembre, avalado con el suelo del viejo Mestalla. Esa medida generaría desahogo financiero para un club que ahora mismo paga más de 15 millones anuales en concepto de intereses. Y a partir de ahí se podría afrontar un nuevo crédito de 160 millones con el que que finalizar el estadio de la avenida de las Cortes Valencianas.
Es el camino que marca Vicente Andreu, quien fuera administrador concursal del Levante y actualmente ejerce de asesor económico del consejo de administración del Valencia, sobre el que ejerce una influencia determinante. Entiende Andreu que, ante el ocaso económico blanquinegro, esta es la tabla de salvación. «El préstamo vence en diciembre y hay que refinanciarlo. Lo que creo que no se debe hacer es lo que se hizo hace seis meses: en junio aplazarlo hasta diciembre, luego de diciembre hasta junio... No. Se debe intentar refinanciar esa deuda a largo plazo».
Para Andreu es la salida que se le presenta al Valencia, aunque Llorente también estudia otras posibles alternativas. El asesor del consejo se muestra convencido de que esta opción también beneficiaría a Bankia. «El objetivo es negociar la refinanciación antes de que venza. Porque si no es así, ¿qué va a hacer Bankia? ¿Ejecutar? A ellos también les interesa, porque ejecutar, al margen del deterioro de imagen que representaría para la entidad, le supondría quedarse con el terreno de Mestalla. ¿Y qué hacen entonces con eso?», argumentó.
«Si ese préstamo te lo aplazan para 18 o 20 años, la reducción del coste es importantísima y las cuotas serán soportables. Ese desahogo financiero te puede permitir conseguir un crédito para terminar el nuevo estadio, que es el objetivo», detalló Andreu, convencido de que a Bankia también le interesaría establecer esa nueva línea crediticia. «Le tiene que interesar porque si no es así la postura puede ser: 'Pues no te pago los intereses, lo siento, no puedo soportar esta carga y no te voy a pagar'. ¿Y qué pasaría? Ejecutarían la hipoteca y se quedarian con los terrenos», algo que al asesor valencianista no le cuadra. Andreu, sin embargo, entiende que el acuerdo inmobiliario con el banco se haya venido abajo. «La situación del sistema financiero español ha hecho que Bankia haya sido intervenida y no puede cumplir porque tiene que asumir unos activos que no es sólo quedarse el campo o Paterna. En los terrenos de Mestalla tiene que hacer una promoción y edificar y no hay dinero para eso».
El asesor económico de Llorente no cree que se pueda cuestionar el protocolo firmado en su día con Bankia y convertido ahora en papel mojado. «Se firmó ante notario y había unas obligaciones que cumplir por ambas partes. El Valencia tenía que conseguir la recalificación definitiva de Paterna, una mayor volumetría en Mestalla, unos hitos urbanísticos que el 2 de agosto se habían cumplido todos. Ellos debían cancelar la deuda a cambio de activos, que eran el campo y Paterna. Y financiar la terminación del nuevo estadio con los 150 ó 180 millones necesarios».
Andreu, que ya vivió el concurso de acreedores con el Levante, desaconseja seguir la misma línea en el Valencia: «Esos hitos han mejorado el valor de los activos tras ser recalificados. El Valencia es más solvente en ese aspecto, de ahí que la preocupación de presentar concurso de acreedores no exista. El Valencia no está en situación de insolvencia y tampoco interesa por el deterioro de la imagen. Es una medida que repercute en el funcionamiento posterior del club. Cuando te congelan las deudas no tienes posibilidades de crédito, es imposible fichar jugadores pagados a plazos, el banco te cierra las líneas y llegas al colapso. Además, los acreedores te han de aprobar el convenio».
Mientras tanto, la oposición al consejo se moviliza tras la ruptura del acuerdo con Bankia. Nou Valencia buscará mañana adhesiones a su propuesta ante la Conselleria de Justicia para que se extinga y liquide la Fundación, además de que dimita Manuel Llorente. La plataforma pide que se auditen las cuentas del máximo accionista del club.
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