Justo cuando Pablo se empeñó en negociar su salida, un enviado del club ruso quiso saber el precio que costaba fichar al argelino El Valencia lo ha declarado intransferible y la intención es mejorar y prolongar su contrato
REDACCIÓN | VALENCIA..-
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Vino como una apuesta personal de Fernando Gómez, estuvo a punto de torcerse en su destierro en Almería, se enderezó el año pasado siendo el jugador revelación del Valencia, ha sido el último capricho que ha querido llevarse Unai Emery al Spartak de Moscú... y el Valencia va a mover ficha para mejorarle y prolongar su actual contrato. Es increíble cómo ha ido progresando Sofiane Feghouli (26-12-1989), que casi del anonimato ha pasado a convertirse en una pieza importante para Argelia -su selección- y casi imprescindible -también es verdad que no hay otro interior diestro- para Mauricio Pellegrino.
El Valencia todavía espera este año que Feghouli dé una vuelta de tuerca más a su nivel. Sobre todo porque en el último tirón de agosto, muy pocos días antes de que concluyera el cierre de fichajes, el Spartak de Moscú dirigido por Unai Emery asomó por las oficinas valencianistas para echar el lazo al interior. En el club, admiten, no tuvieron ninguna duda sobre cuál era la postura a tomar. Feghouli no se vende. Manuel Llorente, dicen, se negó rotundamente a entrar ni siquiera en una negociación.
Llegó hasta Valencia un representante con documentación -ésa es la versión valencianista- que le acreditaba con poderes otorgados por Valery Karpin -director deportivo del conjunto ruso- para negociar la salida de Feghouli. Quería ver a qué precio se podía sacar al futbolista, teniendo en cuenta que tiene dos años más de contrato todavía. Se fue dicho enviado sin saber ni siquiera cuánto cuesta comprar al argelino, porque la postura del club de Mestalla en ese momento fue bastante firme, máxime teniendo en cuenta que ya se sabía que Pablo Hernández estaba haciendo fuerza para marcharse a la Premier.
Perder de un plumazo a Pablo y a Feghouli habría sido una inyección importantísima para la caja fuerte pero casi trágica para Pellegrino, ya que a Braulio Vázquez le hubiera dejado prácticamente con poco margen de maniobra para buscar uno o dos hombres de nivel para la banda derecha.
Lo curioso es que ayer mismo Karpin se esforzaba exageradamente en demostrar que en ningún momento el Spartak había tenido el más mínimo interés por Feghouli, cuestión que en el Valencia sí han admitido con cierta claridad. «¡Eso no es verdad! No hemos querido a ese futbolista. Mire, hay un millón de representantes que van por el mundo diciendo que van de parte del Spartak para traer jugadores», afirmó el que fuera futbolista del Valencia, quien en su día también negó que quisiera llevarse a Emery al equipo moscovita.
Para dar un apunte más en este sentido, la Ser señalaba incluso que el Spartak, después de haberse marchado de vacío, ya tiene claro que volverá a la carga el próximo verano, cuando sólo le reste un año de contrato. Eso si antes el Valencia no lo ha renovado, que es lo que desea hacer. Sin prisa, eso sí, y sin ir más allá de los límites definidos. A Feghouli se le quiere poner en el escalón salarial del grupo alto, estirando también en varios años más su actual contrato.
Karpin, por cierto, sí habla abiertamente del decidido interés que tuvo el Spartak por Tino Costa. También aquí hay versiones diferentes. Desde el Valencia se asegura que la propuesta era jugosa, que sí que se contempló la venta del argentino pero que el jugador tenía su recelo por ir a jugar a Moscú (Wolfsburgo y Fenerbahçe). A Karpin este argumento le hace reaccionar rápido: «Que digan lo que quieran, pero Tino Costa estaba loco por venir al Spartak». Al final, y con Banega lesionado, a Tino se le endulzó su ficha para que se quedara.
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