Vinícius Araújo ya es sospechoso habitual. La afición del Valencia se pregunta semana tras semana donde está el talento goleador que se le prometió cuando fue fichado el pasado mes de enero, un futbolista que sigue poniéndose a tono en cada entrenamiento mientras de vez en cuando es víctima de los reproches de un cuerpo técnico que le exige más intensidad.
La última ocasión en la que se ha vivido este detalle ha sido este lunes, durante los habituales ejercicios de ‘skipping’ -circuito de calentamiento donde prima la velocidad y precisión de los movimientos- que Richino planifica en los entrenamientos del equipo.
Y el preparador físico uruguayo no se corta un pelo a la hora de hacerle saber a Vinícius que no está conforme con su entrega: “¡Ustedes los brasileños son los reyes del ‘skipping’, que se note!”, espetó Richino con la presencia del resto de compañeros sobre el césped.
Fue el ‘despertador’ para un joven atacante brasileño de 21 años que anoche volvió a tener minutos contra el Getafe, pero que todavía anda buscando su sitio en un nuevo entorno. Y no es la primera vez que Pizzi y sus ayudantes le ponen las pilas al ex del Cruzeiro, ya que es habitual escucharles pedir más ritmo e intensidad de parte de un Vinícius al que muchas veces le cuesta estar al mismo nivel que el resto.
Es justo lo que no necesita oír el aficionado valencianista, con la ‘mosca detrás de la oreja’ después de ver como se invierten 3,5 millones de euros por la mitad del pase de un futbolista que ahora mismo sólo es futuro. En el presente no está aportando nada y encima crea dudas en cada jornada celebrada en la Ciudad Deportiva de Paterna.
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