El Valencia cumple con sus obligaciones, pero la crisis bancaria demorará el inicio de las obras
PAU FUSTER
La crisis económica que atraviesa el país no es ajena al Valencia CF que, tras cumplir con la mayor celeridad posible con los compromisos adquiridos con Bankia para reanudar las obras del Nuevo Mestalla a lo largo de este mes de septiembre, se ha topado con una realidad muy negativa para sus intereses. En las últimas conversaciones que ha mantenido el presidente Manuel Llorente con los representantes de la operación sólo se le transmite incertidumbre, y eso es un problema muy serio para la viabilidad económica de la entidad, que sigue abonando religiosamente 15 millones de euros anuales en concepto de intereses por el crédito que tiene con la entidad bancaria. Así que a día de hoy no hay fecha para reanudar las obras del estadio de la Avenida de las Cortes Valencianas.
Existe mucha preocupación en la figura del presidente, se le ve, al comprobar cómo no hay síntomas de mejoría en la situación económica del país y que afecta también a Bankia. En el seno del Consejo de Administración del club existe tranquilidad en sus obligaciones, al considerar que han cumplido con su deber, después de que el pasado 20 de agosto el Ayuntamiento de Paterna aprobara en el pleno municipal el PAI para la recalificación de los terrenos de la Ciudad Deportiva del cuadro valencianista, reconvirtiendo los 166.000 metros cuadrados en suelo de uso terciario para la expansión del Parque Tecnológico „Newcoval tiene previsto presentar un proyecto pero será un concurso abierto al que aspira cualquier otra entidad„. Paso a paso se han ido cerrando acuerdos, pero la realidad de la entidad bancaria ha sufrido un duro revés. Bankia pidió 19.000 millones de euros al Banco Central Europeo, pero no se trata de unas cantidades económicas que vayan a servir para que vuelva a fluir el crédito, el escenario es muy distinto, y al Valencia le ha cogido de pleno. A día de hoy tienen la sensación de haber entrado en un callejón sin salida, sin la ayuda de Bankia no pueden reanudar las obras del nuevo estadio valencianista, pero a la vez es la única solución para la viabilidad del club. Y en esa situación la preocupación es máxima, ya que mientras se vaya dilatando esta operación „con unos plazos estimados para acabar las obras de 22 meses aproximadamente desde que comiencen„ el Valencia sigue atado de pies y manos abonando 15 millones de euros anuales en concepto de intereses que son un lastre. Probablemente hasta noviembre no se pronuncie la Unión Europea sobre el rescate bancario, con lo que el club no tiene otra opción a día de hoy que esperar.
A principios del mes de julio, Manuel Llorente se reunía con la Alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, y los concejales de Urbanismo y Deportes, Jorge Bellver y Cristóbal Grau respectivamente para analizar la situación de las obras del nuevo Mestalla. A la cita acudieron representantes de las firmas Bancaja Hábitat y Edifica „aglutinadas en Newcoval„ que iban a finalizar en un principio las obras el nuevo estadio. También se informó al resto de fuerzas políticas en la corporación municipal y se informó a algunos de los accionistas del club con la intención de tener el respaldo de todos y unir a la masa social, no han habido voces discordantes, pero ahora el club se enfrenta al principal problema. Para Bankia la financiación para acabar el estadio no deja de ser un punto más en su delicada situación y ahora tiene aparcado el futuro del Valencia.
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