La necesidad de bajar las fichas ha obligado a dar un giro en la política de fichajes - Se cuenta con uno de los grupos más jóvenes de la Liga
AMPARO BARBETA VALENCIA
Defiende Pellegrino que juventud no es sinónimo de inexperiencia y se apoya en los jugadores del Barcelona para apoyar su opinión. No le queda otra. En el vestuario del Valencia, en cuanto a edad se refiere, el técnico sólo cuenta con dos futbolistas que sobrepasan la treintena -David Albelda, con 35 años, y Ricardo Costa, con 32- para asentar los cimientos del equipo y para, en época de crisis, tirar del carro y sacar el grupo adelante. Con una media de 25,24 años, la plantilla del Valencia está entre las más jóvenes de la Liga BBVA. Un listado que, fruto de su apuesta por la cantera, encabeza el Athletic Club con un equipo con una media de 24 años. El equipo de Bielsa, precisamente, visitará el sábado Mestalla (20 horas). En el otro extremo de la balanza, se sitúa el Deportivo de la Coruña que cuenta con el grupo con la media más alta (28 años) y con once jugadores que superan la treintena (Aranzubia, Germán Lux, Ayoze, Manuel Pablo, Evaldo, Marchena, Jesús Vázquez, Camuñas, Valerón, Riki y Bodipo).
En los últimos años, la apuesta del Valencia ha sido la de ir rejuveneciendo un equipo en el que, hace una década, el éxito se asentaba en la veteranía y experiencia de los futbolistas. Bien sea porque unos jugadores han acabado contrato, bien porque el club ha tenido que desprenderse de éstos por sus elevadas fichas, o para recaudar dinero, en la actualidad el proyecto deportivo se ha convertido en una arriesgada apuesta.
El mercado en el que recluta Braulio Vázquez, director deportivo, es mucho más reducido del de años anteriores ya que el club, económicamente, no puede aspirar a la contratación de jugadores importantes tanto por no poder afrontar los traspasos como el pago de fichas muy altas. De ahí que, la mayoría de llegadas, son de futbolistas extranjeros que ven al Valencia como un trampolín para sus carreras y no como la culminación de sus aspiraciones -caso de Diego Alves o Adil Rami- o para relanzarse tras un periodo incierto -Fernando Gago-. El caché de los jugadores ha ido bajando, y en el presupuesto del año que viene se destinará 59 millones a los sueldos por los 69 del ejercicio pasado.
En los últimos años, la apuesta del Valencia ha sido la de ir rejuveneciendo un equipo en el que, hace una década, el éxito se asentaba en la veteranía y experiencia de los futbolistas. Bien sea porque unos jugadores han acabado contrato, bien porque el club ha tenido que desprenderse de éstos por sus elevadas fichas, o para recaudar dinero, en la actualidad el proyecto deportivo se ha convertido en una arriesgada apuesta.
El mercado en el que recluta Braulio Vázquez, director deportivo, es mucho más reducido del de años anteriores ya que el club, económicamente, no puede aspirar a la contratación de jugadores importantes tanto por no poder afrontar los traspasos como el pago de fichas muy altas. De ahí que, la mayoría de llegadas, son de futbolistas extranjeros que ven al Valencia como un trampolín para sus carreras y no como la culminación de sus aspiraciones -caso de Diego Alves o Adil Rami- o para relanzarse tras un periodo incierto -Fernando Gago-. El caché de los jugadores ha ido bajando, y en el presupuesto del año que viene se destinará 59 millones a los sueldos por los 69 del ejercicio pasado.
Diferencia entre plantillas
Con este cambio de política, el coste de la plantilla en los últimos cinco años, ha pasado de suponer 107 millones a 76 millones de euros. Un hecho que, inicialmente no se notó en los resultados, en parte porque los rivales con los que se midió el Valencia para la tercera plaza no cumplieron con las expectativas. Este año, sin embargo, el nivel de los aspirantes al tercer puesto se ha igualado y ahí es donde se evidencia la diferencia entre plantillas. Aunque edad no significa liderazgo o experiencia, la fecha de nacimiento, el poco tiempo que algunos están en el club y las diferentes nacionalidades que conviven en el vestuario evidencia la poca solidez del actual grupo y las dudas que se están generando para salir de la primera minicrisis deportiva de la temporada. A no ser que Pellegrino tenga razón.
Con este cambio de política, el coste de la plantilla en los últimos cinco años, ha pasado de suponer 107 millones a 76 millones de euros. Un hecho que, inicialmente no se notó en los resultados, en parte porque los rivales con los que se midió el Valencia para la tercera plaza no cumplieron con las expectativas. Este año, sin embargo, el nivel de los aspirantes al tercer puesto se ha igualado y ahí es donde se evidencia la diferencia entre plantillas. Aunque edad no significa liderazgo o experiencia, la fecha de nacimiento, el poco tiempo que algunos están en el club y las diferentes nacionalidades que conviven en el vestuario evidencia la poca solidez del actual grupo y las dudas que se están generando para salir de la primera minicrisis deportiva de la temporada. A no ser que Pellegrino tenga razón.
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