El jugador argentino del Valencia CF fue casi perfecto en el pase, pero conservador y sin ser desequilibrante
PAU FUSTER
Tino Costa fue el primer cambio de Pellegrino en el Ciutat de Valencia, un jugador que reclamaba tener un rol importante en la plantilla este verano para continuar y del que todos esperan sea más resolutivo. Dos meses después de haber comenzado la competición hay luces y sombras en su rendimiento, hasta hoy ha sido un futbolista intocable para el Flaco „lo había jugado todo hasta su sustitución„, pero con el regreso de Éver Banega va a tener que recuperar su mejor versión, la de futbolista muy peligroso en las acciones a balón parado y con un disparo potente a media distancia.
Frente al Levante su porcentaje de acierto en los pases es elevadísimo, sólo tres errores en 46 combinaciones, pero 31 de ellas fueron entregadas en paralelo o hacia atrás, ralentizando así la acción en ataque. Hay situaciones en las que no cabe otra opción, pero se abusa del juego horizontal y eso al final acaba favoreciendo que el rival se ordene atrás. En el partido del domingo con quien más combinó Tino Costa fue con su compatriota Gago „jugador al que más cerca tiene sobre el césped al ser el encargado de llevar las transiciones„ y Víctor Ruiz, con pases paralelos o hacia atrás que son sintomáticos de la opción más conservadora. A veces un futbolista recurre al pase corto con el que asegura la posesión porque tampoco hay espacios arriba ni movimientos de desmarque, porque el argentino también levantó la cabeza y de sus botas salieron dos pases largos en profundidad con mucho peligro; en el minuto 18 le envió un pase a Soldado que le gana la espalda a David Navarro, pero no logra controlar cuando intenta pinchar el esférico y el balón acaba en las manos de Munúa. A Guardado le puso un gran balón dentro del área que no culminó. Estas fueron las dos excepciones a unas combinaciones previsibles, faltas de mayor desequilibrio. Los cuatro balones al área que puso no encontraron rematador y para la zona del campo que ocupa destacó que no recuperara ningún balón, con dos pérdidas.
Con el empate a cero en el marcador, un remate del centrocampista argentino pudo cambiar la historia, pero Munúa colocó bien los puños para repeler su disparo desde fuera del área tras un rechace de la zaga local posterior a un saque de esquina. Cinco minutos después llegó el gol de Martins con el que cambió totalmente la cara de un Valencia que, según las reflexiones internas, parecía incapaz de lograr el empate a pesar de haber estado jugando un día entero. Martins le ganó la partida a Tino, sin ayuda de los dos laterales que le escoltaban pero excesivamente abiertos.
Tino volvió a buscar puerta tres veces, pero sus disparos no fueron entre los tres palos y con una tarjeta amarilla, Pellegrino lo sustituyó por Parejo en el minuto 62 de partido, una situación nueva para él ya que hasta el momento había sido el único jugador del plantel que había disputado todos los minutos oficiales. El regreso de Banega es muy próximo, su vuelta no significa que vaya a ir directo al once inicial, pero el rendimiento de Tino Costa hasta ahora ha tenido luces y sombras, pero debe ser más vertical para crear el peligro que le permitirá ser un futbolista más determinante.
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