El brasileño, que hoy será titular en Copa contra el Llagostera, se vino abajo y preguntó al técnico si contaba con él
J. CARLOS VALLDECABRES | VALENCIA..-
J. CARLOS VALLDECABRES | VALENCIA..-
A Jonas, hoy titular en Copa contra el Llagostera, se le cayó el mundo encima cuando escuchó de boca de Pellegrino este sábado en Sevilla que no iba a estar ni siquiera en el banquillo del Benito Villamarín. A la grada por descarte. Había que ver su cara horas después para percibir que por la mente del brasileño rondaba todo menos la calma. No se quitó los cascos de música en ningún momento, excusa perfecta aun sin escuchar nada para no dar pie a charlas incómodas.
Eso sí, le faltó tiempo para coger el teléfono y llamar a su familia en Brasil tratando de encontrar apoyo y una explicación al giro que ha dado su tránsito por el Valencia. Tal punto alcanzó su desánimo que este domingo por la mañana decidió mantener una charla con el entrenador, en presencia de sus compañeros, para saber directamente si realmente cuenta o no con él esta temporada. «¿Puedo ayudar o no?», preguntó Jonas a Pellegrino con el fin de despejar una incógnita que le venía rondando por la cabeza prácticamente desde el momento en que fue sustituido en el partido contra el Athletic, cuando se marchó a la ducha con el marcador 1-2 (se acabó 3-2) y dirigiendo un feo gesto hacia el banquillo.
La respuesta del entrenador fue la de exponer al futbolista que por supuesto cuenta con él. «Tienes fútbol para dar al equipo». Eso ha sido lo que ha calmado por completo el ánimo del mediapunta. Eso sí, tal y como se encargó el mismo técnico de dejar claro en rueda de prensa del viernes, Jonas ha descendido sensiblemente su nivel, pasando de ser uno de los mejores en el arranque de temporada a caer de la lista para un partido como el del Betis. Y es Jonas el único que puede dar un vuelco a la perspectiva actual. Esta noche, por ejemplo, tiene la primera oportunidad en el debut copero frente a un rival sensiblemente más débil.
El malestar de Jonas fue tan grande que, además de la multa correspondiente a su menosprecio al banquillo, desvelada ayer por Cope Valencia, llegó a decir con compañeros de vestuario como testigos que tenía claro que en diciembre iba a forzar su salida del Valencia, al sentirse sin el respaldo del entrenador. Eso ocurrió en la charla posterior al duelo frente al Athletic, cuando Pellegrino habló ante todos los futbolistas del desplante que hizo Jonas tras ser sustituido (tiró de mala manera una botella). El cuerpo técnico estaba muy molesto con él y así se lo hizo saber el entrenador, que se quedó con las ganas de una respuesta como disculpa.
El régimen interno del Valencia deja bien claro que se considera falta leve «la incorrección en manifestaciones o actos con el público, árbitros, entrenadores, jugadores, dirigentes o autoridades deportivas, siempre que no se altere el orden público».
Pellegrino y los «altibajos»
Jonas se las prometía muy felices esta temporada. En su ánimo estaba tratar de superar los excelentes registros que obtuvo la campaña anterior, pero no se esperaba este decaimiento, sobre todo después de anotar en la primera jornada de Liga (frente al Real Madrid) el único tanto que el Valencia ha conseguido como visitante y tras dar las dos primeras asistencias de gol en la jornada siguiente ante el Deportivo. La aportación de Jonas se ha ido apagando aunque también es verdad que en Champions contra el Lille fue él quien marcó los dos tantos del conjunto valencianista.
Luego llegaría lo del Athletic y los 13 minutos últimos que jugó contra el BATE para caerle en Sevilla el mazazo de quedarse fuera. El castigo, deportivo, es evidente.
Ahora todo vuelve a su sitio. Tras hablar con Pellegrino, Jonas parece que ha entendido que su participación en el Valencia será importante, y que si el entrenador considera que no está bien debe tener paciencia y aprovechar su oportunidad cuando llegue. Como la de esta noche frente al Llagostera, donde habrá una alineación renovada. El argentino da tregua a Pereira, Rami, Gago, Soldado y curiosamente a Bernat; y se lleva al lateral zurdo del filial Gayá. Iba a llamar a Carlos Delgado, pero tiene molestias en el pubis.
«La Copa todos los años tiene resultados y partidos de este tipo, donde gana el que nadie espera», analizaba ayer Mauricio Pellegrino, que recordaba las constantes que no se dieron en el Villamarín: «El fútbol es actitud, es esfuerzo, orden y trabajo en equipo permanente. La calidad sin concentración y esfuerzo no sirve para nada». Subrayó que el Valencia tiene «altibajos» y dijo que además de «cometer errores por nuestra predisposición, no estamos teniendo suerte en las situaciones que creamos». Hay partido de vuelta, pero un traspié hoy aumentaría el desánimo que impregna a todos tras el desastre de Sevilla.
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