Mientras Mathieu sabrá hoy en Barcelona si se opera o no, Pellegrino ultima el reto de arreglar los males en la cita copera de mañana El Valencia sólo ha hecho un gol como visitante, el peor balance de Primera
C. VALLDECABRES | VALENCIA..-
Aeropuerto de Sevilla. Hace casi dos horas que ha terminado el suicidio colectivo que gratuitamente se ha hecho el Valencia en el Villamarín. En una mesa, y mientras se consume la espera para embarcar, Pellegrino y sus cinco ayudantes se sientan en torno a una mesa y con el ordenador encendido. El 'gabinete de crisis' pone en común las primeras reflexiones después del desastre. A más de veinte metros del nutrido cuerpo técnico, otro 'gabinete de crisis' mastica los minutos: Manuel Llorente, en otra mesa, junto a Fernando Giner y dos de sus directores (Vidagany y Bruixola). En todo el viaje de regreso, ni un solo gesto aparente ni un intercambio de palabras entre los dos principales gestores. Lo mismo a veces le pasaba a Unai, aunque él se refugiaba en sus largas charlas por el teléfono móvil.
Llorente tiene a la vuelta de la esquina una junta general y en nada le ayudaría acudir a la misma con el equipo flotando en la incertidumbre. De momento, y después de que se haya cubierto el primer cuarto de temporada, el Valencia tiene la Champions a seis puntos. No era ese el plan previsto, ni mucho menos. A Emery se le pedía ser tercero y se le apretaba el cuello porque no se acercaba ni a Madrid ni a Barcelona mientras que a Pellegrino se le cuelan equipos como Betis, Levante, Getafe, Zaragoza... mientras el Barça navega ya a 14 puntos. De seguir este ritmo podría estirar a final de temporada la diferencia a más de 50 puntos. Increíble.
Cuando antes el Valencia no funcionaba, a quien se le 'atizaba' era a Emery. Ahora, algunos jugadores admiten se declaran culpables del desorden y protegen a Pellegrino, que aún no ha sabido cómo equilibrar la fortaleza heredada.
Descaradamente, fuera de casa, el Valencia no funciona. Se encuentra en el pelotón de los peores visitantes de Primera. Su balance goleador es una clara muestra de que algo no funciona. Ni con trivote, ni con el habitual 4-2-3-1, ni con el 4-4-2 con el que acabó frente al Betis. Sólo ha sido capaz de marcar un solo gol lejos de Mestalla, el del ahora 'castigado' Jonas en el Bernabéu en aquella lejana primera jornada. Es el equipo con la anotación más pobre de toda la categoría. Sólo lo hecho en Mestalla evita el naufragio general, y menos mal que se ganó al Athletic porque ahora se estaría pegado a la zona de descenso.
Con Mathieu en Barcelona para saber hoy si se opera, la Copa del Rey de mañana adquiere para el Valencia -ayer trabajó en césped artificial- un tono exigente. Porque luego viene el Atlético. Un consuelo: el Bayern -rival en Champions- cayó (1-2) con el Leverkusen.
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