Unai Emery detectó hace meses qué jugadores forman la grasa localizada que impide al Valencia disponer de mejores efectivos. Este inmovilizado de jugadores que no genera actividad tiene una cifra concreta: 15 millones de euros. Es lo que le cuesta al club de Mestalla las fichas de hasta ocho jugadores con los que el técnico no cuenta para nada o prefiere cambiarlos por otros que pueden ofrecer un mejor rendimiento.
La herencia de los años de vacas gordas sigue pesando en la nómina del Valencia. Jugadores que apenas participan perciben nóminas que, en las actuales circunstancias, resultan astronómicas. La paradoja se resume en el caso de Del Horno. El futbolista mejor pagado de la plantilla del Valencia, que ingresa unos 3,5 millones brutos al año, defendió la temporada la camiseta del Levante. Terminó la liga lesionado y Emery no cuenta con él porque tiene cubierta la banda izquierda con Mathieu y Jordi Alba. Por ahora no tiene un destino cerrado.
Y es que los elevados emolumentos están complicando la salida de la mayoría de los descartados. Otro de los casos paradigmáticos de una etapa de excesos son el "Chori" Domínguez y Manuel Fernandes. La salida del portugués por dos millones de euros y el ahorro de otros 2,3 millones en concepto de ficha han sido la alegría del verano para la secretaría técnica del Valencia y para el equipo económico. Pero la piedra en el zapato sigue siendo el argentino Domínguez. No se le encuentra equipo, entre otras cosas, porque nadie accede a pagarle 2,1 millones a un futbolista que apenas ha jugado y cuyo rendimiento, desde que salió del Rubi Kazan, ha sido muy discreto en una liga competitiva como la española.
Aunque su rendimiento deportivo no ha sido tan bajo, Miguel también es otro de los miembros de la plantilla señalados por el club para su salida, aunque todo indica que continuará y obligará a frustrar el fichaje de otro lateral derecho con más proyección. Con la mitad de los 1,8 millones que percibe se podría disponer de un lateral más acorde con la convivencia que plantea Emery, opinan desde la dirección técnica.
Los casos de David Navarro y Maduro casi van de la mano. Son los jugadores a los que se les busca equipo y tienen novias, pero no se deciden. El de Sagunt lo tenía casi hecho con el Neuchatel suizo pero no parece dispuesto a perdonar un euro. Su salida se ha atascado. El holandés Maduro no estaba en la lista negra de Emery, pero en el club su marcha no supondría ningún disgusto. Es de los que vino con Koeman y no ha acabado de aportar el toque de calidad que se esperaba cuando salió del Ajax. Lo mismo sucede con Nacho González, Feghouli o Sunny. Entre los tres perciben cerca de tres millones de euros por temporada. Sólo Sunny, que tiene dos años de contrato a razón de 900.00 euros por temporada, tiene salida. Se irá probablemente al Numancia.
Los traspasos del mencionado Fernández y el de Joaquín, unido a las salidas de Moyà y Renan han dado un respiro a una operación salida que se había atascado a falta de una cinco días para empezar la pretemporada. Emery no quiere a los descartados en Austria. Y las arcas del club, tampoco.
Objetivo: dos jugadores
Eran tres, pero se quedará en dos. La secretaría técnica trabajaba en el fichaje de tres jugadores: un central, un lateral derecho y un mediocampista de banda para suplir a Joaquín. Pero el convencimiento de que a Miguel Brito es complicado darle salida ha llevado al club a centrar aún más el objetivo. Fuentes del club señalan que tanto Maduro como Navarro van a salir tarde o temprano. De hecho, por el holandés se espera una oferta en las próximas horas. Por eso se está acelerando las conversaciones para que a Austria ya se incorporen el mediocampista de banda y el central. Por otro lado, quien sí se presentará será Dani Parejo. Será hoy, en Paterna, en el anfiteatro de la Cova Gran, a las ocho de la tarde. El madrileño procede del Getafe.
http://www.levante-emv.com/deportes/2011/07/03/lastre-inmovilizados/821218.html
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