«Entregaré mi corazón al servicio de este club», afirma el técnico, que alaba el potencial de Alcácer pero le avisa de que ha de trabajar Cientos de aficionados acuden al primer entrenamiento del Valencia abierto al público
EDU PARRILLA | VALENCIA..-
EDU PARRILLA | VALENCIA..-
Primer entrenamiento abierto para la afición y primer lleno de Mauricio Pellegrino. La ilusión por ver el nuevo proyecto del Valencia parece grande si se toma como referencia la cantidad de gente que ayer se agolpaba en la vallas del campo. Centenares de personas ocuparon la ciudad deportiva de Paterna. Muchos de ellos eran niños que aprovecharon sus vacaciones para acudir con la camiseta o la foto de turno y lograr la firma de alguno de sus ídolos. Lo más que consiguieron sus gritos fueron saludos de los jugadores y del cuerpo técnico algo que, por el reflejo de sus caras, parecía suficiente.
El Flaco quiso contentar a toda la afición reunida a su alrededor planificando una sesión amena con múltiples partidillos. Y es que el nuevo técnico del Valencia parece ser la figura que más llena la botella de la ilusión valencianista. La salida de grandes jugadores compensada por futbolistas en progresión como Jonathan Viera no parece convencer plenamente a la parroquia de Mestalla que pese a todo, sigue sin fallar a los entrenamientos.
La novedad de Andrés Guardado fue uno de los asuntos más comentados entre los aficionados. El mexicano, que de cerca es «muy bajito» según algún seguidor, tuvo la primera toma de contacto con sus nuevos compañeros y con Pellegrino, y fue de largo el jugador sobre el que más miradas se posaron.
El clima de relajación entre los padres e hijos que acudieron a Paterna se trasladó también a los protagonistas de la sesión. Risas, saludos y tranquilidad fueron los rasgos de un entrenamiento corto y suave que cerró la tercera jornada de trabajo de pretemporada de la plantilla blanquinegra.
Ese sentimiento de apoyo y dedicación que ayer tributó la afición del Valencia a la primera plantilla es el que Mauricio Pellegrino busca transmitir a sus jugadores. El técnico argentino habla de corazón y sentimientos para expresar la relación que pretende con sus jugadores. «Quiero formar un marco donde los futbolistas tengan exigencia y sean profesionales, pero también un marco humano con sus problemas, su familia, su cultura... y todo eso es el Valencia, que sepan que forman parte de él», explicó con serenidad Pellegrino en los micrófonos de LP Punto Radio (92.0 FM).
En cada declaración, el argentino va intentando tomar distancia con Rafa Benítez, al que se le relaciona constantemente por su pasado blanquinegro y el tándem que formaron en el Liverpool. Este Valencia, asegura Pellegrino, no será el Valencia del madrileño: «Creo que las mismas recetas no sirven para todo. El equipo de antes tenía jugadores de características muy diferentes a las del actual. Parece que a veces hay un solo camino para el éxito y yo no lo veo así. No hay que vivir del recuerdo».
Los primeros encuentros de Pellegrino con los jugadores han ido encaminados «a lo emocional», más allá de cuestiones tácticas. A Pellegrino se le ve encantado con un grupo «muy joven» al que todavía faltan muchos retoques y lesionados -Canales o Banega- que tendrán mucho peso en el Valencia de la próxima temporada. «Hablamos con los jugadores de las cosas buenas que se han hecho y todo lo que veo mejorable. Los distintos equipos de Unai Emery han ido evolucionando y se han cambiado muchos jugadores y pese a eso han encontrado cierta regularidad. Yo quiero dar ese paso más de superación, que es uno de mis principales valores».
Y la ilusión. El argentino asegura que asumir su primer proyecto como jefe de un banquillo como el de Mestalla es un regalo. Como jugador dejó un grato recuerdo en Valencia y esa imagen le ha valido para aterrizar de nuevo en el club con el beneplácito de la gran mayoría: «La gente me ha tratado muy bien. Para mí es una oportunidad única y mágica que quiero agarrar fuerte y con ganas. Entregaré mi corazón y lo pondré al servicio del club. Es lo que me empuja a estar aquí».
Pellegrino, apuesta personal del presidente Manuel Llorente -quien ya pretendió su fichaje el verano pasado- asegura que esta vez sólo ha hablado con Braulio Vázquez para tratar su incorporación: «Nunca hablé con el presidente, sólo con Braulio, que era el encargado de pasar luego la información a Llorente. Con el presidente sólo me senté en última instancia, cuando decidieron presentarme la oferta».
De momento, Pellegrino prefiere ahorrarse etiquetas para definir el estilo que busca imponer en el Valencia. El argentino, eso sí, quiere que su equipo sea quien gobierne los partidos. «Estamos obligados a ser protagonistas por historia, por jugadores, por necesidades y porque así lo siento. El fútbol es ataque-defensa y defensa-ataque constante y el equipo debe saber desenvolverse en todos los aspectos», define Pellegrino, al que no le quita el sueño el binomio Madrid-Barcelona: «Vivir comparándote te hace infeliz y estamos en un gran club con una afición fiel. Tenemos bastantes motivos para ser felices».
Y nombres propios. Pellegrino quiso reunirse con Tino Costa a su llegada a Valencia para expresarle su deseo de que continuara en la plantilla. Y parece que le convenció, porque si todo marcha según lo previsto Tino seguirá siendo blanquinegro. Hay otro que, desde la sub-19, pide a gritos un hueco en el primer equipo. Pellegrino conoce bien a Paco Alcácer, pero aún no ha decidido si pasará el año con los mayores. «A Paco lo tuve en el cadete y tiene mucha calidad. Es joven y debe trabajar en la élite. Es un aspirante a ser gran jugador, pero todavía no lo es. Depende mucho más de él que de mi que se quede».
No hay comentarios:
Publicar un comentario