Es una de las imposiciones que el Valencia CF quiere para sellar el acuerdo
PAU FUSTER Guilherme Siqueira ya cuenta las horas para organizar su viaje a Valencia. Se avanza poco a poco por la complejidad del contrato al tratarse de un fichaje por el que se compartirán los derechos federativos, pero va haciéndose camino y una de las imposiciones del VCF es que el brasileño esté, como mínimo, dos temporadas vistiendo la elástica blanquinegra antes de tomar la decisión final de adquirir la totalidad de sus derechos federativos o traspasarle a otro club. Hay mucho optimismo en la zona noble del club, dentro de la prudencia, de que el lateral italo-brasileño va a ser el próximo refuerzo en ponerse a disposición de Pellegrino a pesar de que públicamente estén obligados a echar balones fuera.
Más allá de las numerosas cláusulas que figuran en un contrato de esta dimensión, una de las imposiciones que Manuel Llorente le va a exigir a Quique Pina en la próxima conversación es la de asegurarse dos temporadas al futbolista como mínimo. Siqueira tiene 26 años actualmente y la idea inicial del presidente del Granada siempre ha sido la de fijar esa opción a final del próximo curso, pero la idea que tiene el VCF es realizar una operación similar a la de Sergio Canales con matices; el cántabro es propiedad al cien por cien del Real Madrid, pero el Valencia se aseguró su cesión dos temporadas, y ahora es el periodo de tiempo que quiere tenerse a Siqueira como mínimo. Y a la conclusión de ese plazo, estudiar si el VCF compra la otra mitad de la ficha o si se traspasa al lateral zurdo. Al Granada no le acaba de atraer la opción de esperar dos temporadas y va a apretar para fijar esa cláusula el próximo 30 de junio, ya que no son partidarios de no beneficiarse deportivamente del futbolista y tampoco económicamente, al menos hasta dentro de dos años.
A Quique Pina, ya que va a realizar negocio con el futbolista, le parece bien la idea de compartir la propiedad del jugador con un equipo del nivel del Valencia, que va a disputar la Champions y en las últimas tres temporadas ha quedado clasificado por detrás de los poderosos FC Barcelona y Real Madrid. Pero antes hay que llegar a un acuerdo económico por la mitad del pase, situación que aún no se ha producido.
La pasada semana, en la primera conversación que tuvieron Quique Pina y Braulio Vázquez, el Granada pidió 12 millones de euros —la cláusula de rescisión es de 15 millones— y ahí el VCF sabe que no iba a llegar. No tiraron la toalla porque sólo fue la primera toma de contacto y consideraron que el precio estaba hinchado, después fue cuando le comunicaron la intención de negociar sólo por la mitad de los derechos federativos. Y Pina dividió su petición inicial hasta pedir 6 millones de euros, cantidad a la que el Valencia no quiere llegar y parte de 3,5 millones de euros. ¿Habrá punto de encuentro? Tanto el representante del futbolista como el VCF creen que su fichaje es bastante posible y cuando el Granada se sienta a negociar con la entidad blanquinegra es porque el futbolista ya les ha dicho que hagan lo posible para llegar a un acuerdo.
El ´poder´ en los Fondos
Si el Valencia, como así espera, cierra la llegada de Siqueira compartiendo los derechos federativos será una situación nueva. El pasado verano, cuando el club se planteó incorporar a Mangala, la propiedad del jugador era un Fondo de Inversión y no se aceptó. ¿Por qué? El motivo es que los propietarios de ese fondo querían tener la potestad para poder traspasarle al cabo del primer año y así tratar de hacer negocio económico, pero Manuel Llorente se mostró intransigente en ese aspecto porque quiere tener la decisión. Y aunque ahora se compartiría con Granada, ese es uno de los motivos por los cuales el VCF quiere asegurarse dos temporadas antes de tomar la decisión final, para no verse a las primeras de cambio con esa obligación de ficharle en su totalidad o venderle.
En las próximas horas van a continuar las negociaciones y el objetivo es claro, que Siqueira juegue, como mínimo dos años, en el VCF.
Si el Valencia, como así espera, cierra la llegada de Siqueira compartiendo los derechos federativos será una situación nueva. El pasado verano, cuando el club se planteó incorporar a Mangala, la propiedad del jugador era un Fondo de Inversión y no se aceptó. ¿Por qué? El motivo es que los propietarios de ese fondo querían tener la potestad para poder traspasarle al cabo del primer año y así tratar de hacer negocio económico, pero Manuel Llorente se mostró intransigente en ese aspecto porque quiere tener la decisión. Y aunque ahora se compartiría con Granada, ese es uno de los motivos por los cuales el VCF quiere asegurarse dos temporadas antes de tomar la decisión final, para no verse a las primeras de cambio con esa obligación de ficharle en su totalidad o venderle.
En las próximas horas van a continuar las negociaciones y el objetivo es claro, que Siqueira juegue, como mínimo dos años, en el VCF.
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