Llegó Jonathan Viera a Valencia. Lo hizo como dictan los cánones de todo buen fichaje que se precie: rodeado por una nube de fotógrafos y periodistas, abrumado por una expectación que casi detuvo el tiempo en la estación del AVE Joaquín Sorolla y plagando de tópicos sus primeras declaraciones en la ciudad que lo acogerá los próximos cinco años. Es el segundo refuerzo del nuevo proyecto del Valencia tras Andrés Guardado, pero el primero en aparecer por aquí, ya que el mexicano aún se está jugando el ascenso a Primera con el Deportivo. Ayer Riazor dedicó una calurosa despedida a Guardado, que podría haber jugado su último partido con la camiseta del club gallego, ya que su selección lo reclama para tres amistosos.
Braulio Vázquez recibió a Viera, al que comparan con Romario por su color de piel y calidad en el césped. «Tiene talento y eso no se compra; es de la calle, de los que no hay. Le va a encantar a la grada», explicó el director deportivo cuando el fichaje del canario por el Valencia se hizo oficial. El jugador, de 22 años, se encargó ayer de devolver todos los cumplidos que ha recibido desde el club blanquinegro.
«Estoy muy satisfecho de haber fichado por el Valencia. Para mí es un sueño. Hay un muy buen equipo y detrás de Real Madrid y Barcelona siempre está ahí, luchando por quedar arriba en el campeonato. Es uno de los mejores equipos de España», dijo Viera, que evitó las comparaciones con el exvalencianista David Silva, el último genio que salió de las calles canarias, como él. «Si hablamos de Silva, eso son palabras mayores. Vengo a trabajar con mucha humildad y a demostrar lo que sé hacer».
En Las Palmas ha jugado en cualquier posición del frente de ataque y su polivalencia es una de las virtudes que Braulio y el resto de la secretaría técnica valoraron para consumar el fichaje de Viera. El canario, otro tópico, se pone a disposición del nuevo técnico, Mauricio Pellegrino y no se decanta por ninguna demarcación: «Del medio campo para adelante, por ahí jugaré donde el míster diga. Juego siempre cerca de los delanteros, de mediapunta...»
Viera pasará hoy reconocimiento médico antes de estampar su firma como nuevo jugador del Valencia. Ya ha llegado un refuerzo, el otro está atado y podría haber un tercero la próxima semana si prosperan las avanzadas negociaciones con el Sporting de Lisboa por Joao Pereira. El lateral derecho es ahora el objetivo primordial del Valencia para suplir las marchas de Miguel y Bruno y la sintonía con el jugador es total.
El Sporting atraviesa grandes problemas económicos, necesita vender y, aunque fijó el precio de salida en siete millones, el Valencia confía en poder cerrar el acuerdo pagando alrededor de cuatro. Ocurrirá, en todo caso y si todo marcha bien, la próxima semana. El Sporting se juega la Copa portuguesa el domingo ante el Académica de Coimbra y este será el último partido de Pereira con su club antes de incorporarse a la concentración de Portugal para preparar la Eurocopa.
Pereira, de 28 años, es uno de los fijos en el combinado luso. Empezó su carrera profesional como centrocampista y Camacho, con quien coincidió en el Benfica, lo reconvirtió en lateral, aunque sigue mostrando un marcado carácter ofensivo. Llegó al Sporting en 2010 y en sólo dos temporadas se ha erigido en uno de los grandes líderes del vestuario. Su fuerte carácter le sirve para llevar la voz cantante dentro del grupo, aunque también le ha jugado malas pasadas sobre el césped. Pereira está considerado como uno de los futbolistas más aguerridos y agresivos del campeonato luso.
En esta carrera sin freno por perfilar el nuevo Valencia, cuentan y mucho las salidas. Y la posibilidad de que Jordi Alba se marche provocó que Braulio se interesara por el lateral zurdo del Granada, Guillerme Siqueira, tal y como avanzó LAS PROVINCIAS el 27 de marzo. El brasileño decidirá esta semana su futuro, pues cuenta con más ofertas (entre ellas, una del Atlético) e incluso podría seguir en el conjunto andaluz una vez confirmada la permanencia: «Si me voy, que sea una gran oferta y deje dinero en el club», explicó ayer Siqueira.
Otro de los futbolistas que interesan al Valencia es Bruno Soriano, pero Fernando Roig, presidente del Villarreal, no va a facilitar la salida del mediocentro a pesar del descenso. «Que nadie venga a pescar porque no habrá pescado», dijo en referencia a Bruno. Y menos si la caña la lanza el Valencia. La derrota de Mestalla escuece en El Madrigal.
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