Emery: «Estoy asqueado de Barcelona y Real Madrid. Lo devalúan todo y la insatisfacción que generan la tenemos que asumir los demás»
Veinticinco largos minutos cuesta arrancarle una sonrisa, pese a que su discurso nunca abandona el terreno de la cordialidad. Emery se marcha herido y no logra disimularlo. Siente que este año ha sido objeto de demasiadas críticas, muchas injustas e incluso tendenciosas. Con su riqueza gestual característica, valora el trabajo realizado en Valencia y se rebela contra la negatividad hacia un proyecto que ha alcanzado todos los objetivos propuestos.
-¿Cuántos kilos ha perdido desde que fichó por el Valencia?
-Dos.
-Ahora que su marcha es oficial lo veo liberado. ¿Está siendo más fácil de lo que pensaba decir adiós?
-La única sensación que tengo ahora es de nostalgia, al irme de un sitio donde he estado a gusto. Me da pena dejar Valencia por lo que han supuesto estos cuatro años. Pero no es una liberación. Al contrario, tengo muchas más cosas en la cabeza que si hubiera continuado.
-¿Qué será lo primero que eche de menos de Valencia?
-Supongo que por encima de todo el estilo de vida que tenemos aquí.
-Llegó a Mestalla en 2008 con una brevísima experiencia en los banquillos. ¿Qué es lo más valioso que ha aprendido en este club?
-Como entrenador siempre he vivido más cerca del éxito que del fracaso, y conseguir que siguera siendo así en el Valencia era lo más difícil. Estar cuatro años en Mestalla cumpliendo objetivos prioritarios y con pocos fracasos ha supuesto un proceso duro, complicado y exigente, pero lo hemos logrado.
-En su despedida se hartó de pedir perdón. Con la perspectiva del tiempo, ¿de qué se arrepiente?
-Me disculpo desde la humildad, pero también desde la honradez, porque yo no he matado a nadie. Pido perdón por si alguien se ha podido sentir ofendido en un momento dado por una situación personal, y también por no haber hecho disfrutar más a quienes se quejan del juego del equipo.
-Hablábamos del tiempo. ¿Será su gran aliado para poner en valor el trabajo hecho en Valencia?
-El pasado sirve para acumular experiencia, aprendizaje, corregir errores... Y el futuro ya vendrá. Estar ahora hablando del mañana sin disfrutar del hoy no tiene sentido.
-El viernes me llamó intrigado un periodista ruso. No entiende que el Valencia no haya hecho nada por renovar al técnico que es tercero y juega dos semifinales.
-Los que mejor se lo podéis explicar sois vosotros. Esto es la pescadilla que se muerde la cola (en silencio traza un círculo imaginario sobre la mesa). Los que habéis llevado la línea de que todo está mal, no se juega bien, esto es un desastre o el tercer puesto no basta, argumentos que para mí no son ciertos, no podéis luego preguntar por qué no se valoran las cosas. ¡Si sois vosotros quienes no lo reconocéis!
-Pero decir que el Valencia no juega bien no es ser catastrofista.
-Ganamos por 4-0 a Osasuna y dijisteis que no se jugó bien... Es una opinión y yo tengo que callar. Antes, en los tiempos normales, con ese resultado salías contento de haber visto cuatro goles.
-¿Le sorprendió la emoción del presidente en su adiós oficial?
-(Medita durante algunos segundos) No. Todos tenemos nuestro corazoncito. Yo hice alusión al mío, a lo que quería transmitir a la afición, porque al final la rueda de prensa iba dirigida a ella. Y si resultó más emotiva de lo normal y eso chocó a algunos, como el presidente, pues también puede ocurrir.
-¿Ha sido Llorente un presidente justo con Emery?
-(Responde enérgico) Ese es un juicio externo. La pregunta conlleva algo que vosotros pensáis, o que piensa la gente, porque si no no se preguntaría...
-Quiero saber qué piensa usted.
-¿Cual es la base de esa pregunta?
-Salvo estos últimos meses, jamás le regaló un cumplido, le vendió a los mejores jugadores pero aun así le pidió luchar por títulos, sus renovaciones de contrato lo debilitaron más que afianzaron...
-Sin duda ha sido justo conmigo. Imagino la interpretación que haríais si contesto otra cosa.
-¿Le hubiera gustado en algún momento sentir en torno a usted el consenso, dentro y fuera del club, que hoy arropa a Pellegrino?
-Vosotros no podéis saber lo que piensa la afición. Este año en Mestalla ha habido quejas cuando se pierde como ocurre en cualquier otro campo. Pero vosotros habéis alimentado mucho más la parte negativa de lo que lo ha hecho Mestalla. Claro que ha sido difícil. Mi éxito es terminar y hacerlo de forma positiva.
-Me remonto a su aterrizaje en el club y cómo a los pocos días ya no quedaba nadie de los que lo ficharon. No me negará que en cuatro años usted nunca ha disfrutado de ese clima de unánime aprobación que envuelve al Flaco.
-Aquí es imposible. Siempre aparece alguno que coge la bandera de la tendencia «en contra de» y se crea la información «en contra de». El ejemplo lo tenemos con las visitas de Llorente a Paterna o la pelea que trataron de crear entre Albelda y Emery. Pero no lo han conseguido. La cosa en cuatro años ha terminado bien.
-Recordó usted a Llorente en una entrevista en LAS PROVINCIAS que con cariño se trabaja mejor. ¿Nota que es eso lo que le ha faltado en el Valencia?
-Manolo Llorente reconoció el otro día que este año ha tenido una tendencia diferente conmigo.
-Cuando esté usted en Moscú, ¿seguirá teniendo vigencia en Mestalla aquello de que ser tercero es necesario pero no suficiente, o esa exigencia se marcha con Emery?
-No lo sé. Miraré como un aficionado más, con respeto hacia los que estén trabajando, y daré mi opinión desde la lejanía a quien me la pida. Pero ser terceros lleva a la Champions, el objetivo del Valencia por muchas cosas. Al margen, sólo nos queda pelear como este año por algún título. Pero ahora mismo los dos grandes son inalcanzables. Messi y Cristiano suman 100 goles. Estoy asqueado de Barcelona y Real Madrid. Lo devalúan todo y la insatisfacción que generan la tenemos que asumir los demás. Vas al Camp Nou, te ganan 5-1 y te hacen quince ocasiones. Si no te toca un día te tocará al siguiente. Y tienes ganas de decir: 'Me voy a casa'.
-¿Por qué fue tras el duelo copero ante el Barcelona cuando decidió no seguir en el Valencia?
-Hicimos una gran eliminatoria ante un equipo mejor que nosotros e incluso pudimos pasar a la final, pero la gente no lo reconoció. Eso demuestra que ya quitamos valor a todo. Y pensé: «¿Tampoco estáis satisfechos ahora? Entonces pocas veces vamos a estar satisfechos».
-Soy de los que piensan que usted se equivocó al renovar un cuarto año. No tenía nada que ganar, la grada quería un cambio...
-Ya estamos. Cómo se mide eso. Joder, yo no he tenido la sensación de que la grada al completo no me quiere o me quiere. Tomé la decisión porque fuimos terceros y el club creyó en mi trabajo. Y este año aún hemos mejorado lo de la temporada pasada. Ni yo hice algo ilógico al seguir aquí ni el club al ofrecerme la renovación.
-Pero en un año objetivamente magnífico hemos ido de convulsión en convulsión.
-Es verdad, aunque en ningún momento se me pudo decir «Unai, hoy la grada ha pedido tu marcha», como ocurrió otros años. Ha habido frialdad, en ocasiones a favor, en otras en contra. Un equilibrio.
-A veces la indiferencia es lo más doloroso.
-En Valencia las despedidas siempre son frías, hasta las de jugadores que han ganado títulos. ¿Cómo fue la de Marchena? ¿Y Benítez? También él se fue mal, por lo que sea.
-¿Su familia lo ha visto sufrir?
-Claro, pero también en el Lorca. Es parte del trabajo del entrenador.
-¿Y qué le decía su hijo ante las críticas más viscerales?
-Es el primero que ha estado en Mestalla en partidos que no hemos ganado y lo entiende. Qué hay mejor que crecer así, sabiendo cómo son las cosas.
-¿Y cómo lleva lo de que su padre se marche a Rusia?
-Mi hijo es mi debilidad. Él quiere ir con su padre, nada más. Tiene a los abuelos lejos... Desea estar conmigo y cuando no puede hacerlo me digo a mí mismo: «Te arrepentirás». Pero es mi trabajo, elegí ser entrenador. He vivido en Almería y Lorca y mi mujer y mi hijo se han ido con amigos a comer el domingo y yo a 300 kilómetros.
-¿Se equivocó en la forma en que articuló su arenga hacia la grada?
-Aquel día quise mandar un mensaje y mi intención era una. La interpretación negativa de lo que yo dije no se ajusta a la realidad.
-Unai, los resultados del Valencia han sido excelentes, pero yo me he aburrido mucho. ¿Se podía sacar más partido a este equipo?
-Con esta plantilla y con este entrenador hemos sido terceros y hemos jugado dos semifinales. Claro que lo podíamos haber hecho mejor, pero todos los equipos. ¿El Atlético no pensará que con poco más habría entrado en Champions?
-He echado en falta identidad. ¿Por qué un Valencia de dos caras?
-Un equipo que consigue estos resultados es porque ha tenido una identidad definida. Hemos sabido en cada momento a qué jugabamos. Otra cosa es que a veces no hayamos estado acertados.
-¿De quién es la culpa de que un equipo transmita la sensación de que sólo juega cuando quiere?
-No estoy de acuerdo con la pregunta. ¡Que hemos sido terceros, sólo por detrás de Madrid y Barcelona! ¿No será más lógico pensar que si el equipo en algún momento no lo ha hecho mejor no es porque no ha querido, sino porque no ha podido?
-¿Y la vulnerabilidad defensiva?
-(Estalla) Estas preguntas serían válidas para un equipo que no ha conseguido los objetivos. Os veo desbordados por la negatividad. Sólo Madrid y Barcelona han defendido mejor que el Valencia.
-¿Se arrepiente de haber sido tan buen tío con determinados jugadores, como Miguel, que le fallaron?
-En líneas generales el grupo ha seguido la línea que hemos marcado. Es verdad que algunos se han salido, pero es una minoría.
-Ahora que se va, háganos un regalo. Díganos qué necesita el Valencia para recuperar la armonía.
-Disfrutar de lo que tiene y defenderlo.
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