Cuando Manuel Llorente aterrizó esta pasada madrugada en Manises acompañado por el resto de la delegación valencianista desplazada a China, recibió una excelente noticia que no por esperada deja de ser gratificante. Uno de los trámites pendientes para la culminación del denominado 'plan Bankia' ha dejado de estarlo. El Ayuntamiento dará cuenta el próximo lunes de la autorización definitiva de la Conselleria de Infraestructuras para que el Valencia incluya el uso hotelero en el edificio previsto junto al nuevo estadio, en la calle de La Safor.
El trámite ha tenido que repetirse tras anular el Tribunal Superior de Justicia la recalificación anterior por un defecto de forma. El concejal de Urbanismo, Jorge Bellver, recordó que la opción de construir un hotel no supone «incrementar un solo metro cuadrado la edificabilidad terciaria», adelantándose así a las probables críticas por parte de la oposición municipal.
El Tribunal Superior anuló en junio del pasado año el acuerdo plenario de 2008 que permitía la construcción de un hotel en parte o la totalidad de la parcela. El añadido se produjo a petición del club, en una época donde trascendió que se estudiaba la venta del terreno por 90 millones de euros. Al igual que el solar del campo de fútbol, se trata de una antigua propiedad municipal permutada con el Valencia a cambio de 19 solares y propiedades para equipamientos públicos, además de 17 millones de euros. El solar edificable en la calle de La Safor es producto, según acusaron en su día los grupos socialista y de Esquerra Unida, de extraer la edificabilidad comercial del estadio y concentrarla en un futuro centro comercial.
Bellver opinó que la sentencia «hacía referencia exclusivamente a una cuestión formal, de procedimiento y de competencias», por lo que «nada cambia respecto al nuevo estadio y los equipamientos previstos en esta manzana».
Una vez solventado este problema, será ya en el momento de pedir la licencia de obras y actividad cuando el promotor de la iniciativa concrete los usos que finalmente tendrá esa construcción. Al margen del hotelero, ya estaba previamente autorizado el de oficinas y usos recreativos.
Solucionar este trámite era fundamental para el Valencia, que ahora sólo queda a expensas de que se permita modificar el diseño de las torres que se construirán sobre el suelo del viejo Mestalla y, lo que se adivina más peliagudo, certificar la recalificación de la ciudad deportiva de Paterna. Son los activos que acordó en su día quedarse Bankia a cambio de cancelar la deuda bancaria contraída por el club.
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