Con una insignia de oro y brillantes y alguna lágrima Manuel Llorente y Unai Emery representaban, hace apenas un par de semanas, la despedida oficial del entrenador tras cuatro años en Mestalla. La pompa y el boato de aquella puesta en escena, algo forzada, teatralizaba un "final feliz" a una relación desgastada por la erosión deportiva de la figura de Emery y la falta de confianza transmitida desde el mismo consejo hacia el técnico, sin autoridad y en permanentemente en la cuerda floja.
Esa foto, precipitada, se ha deteriorado a pasos agigantados hasta cambiar el desenlace deseado. Emery puso fin a su etapa como entrenador al abandonar en la madrugada del jueves al viernes la gira del Valencia por Estados Unidos. Tal como informó Canal 9, Emery se habría marchado de Portland para desplazarse a Rusia, donde debe cerrar los últimos trámites de su fichaje como entrenador del Spartak de Moscú. El técnico, a medias, logró al final su pretensión inicial, que era la de abandonar la gira para firmar por el Spartak y volver de nuevo a EEUU para dirigir el próximo jueves 31 de mayo al Valencia contra el Houston Dinamo. La premura del técnico vendría motivada por su necesidad de comenzar a planificar su trabajo en el Spartak y las presiones del club ruso, donde arranca la pretemporada el próximo 10 de junio. Teniendo en cuenta que el Valencia no regresa a España hasta el día 2, apenas le quedaría tiempo para empezar a aclimitarse a su nuevo club.
Emery tenía los billetes reservados para ir a Moscú y se marchó a pesar de la reiterada negativa del presidente Manuel Llorente, principal defensor de que Unai capitanease la gira a pesar de que no iba a seguir como técnico y de que el Valencia ya tenía atado a Mauricio Pellegrino, su sustituto. Así se lo hizo saber en una charla informal con periodistas el pasado 8 de mayo, tras el acto de la renovación del patrocinio con Jinko Solar. "Queremos disfrutar de Emery hasta el último segundo", aseguraba Llorente, en alusión a que el contrato finalizaba el 30 de junio. Emery, desconcertado, al entender que su presencia en la gira no era imprescindible, replicó: "¿Y usted va a ir?". "El primero yo, contigo", respondió el presidente.
Unai acabó viajando, en contra de su voluntad, sin disimular su decepción, hasta el punto de enrarecer el ambiente de la expedición. El técnico, tras el partido contra el Portland Timbers, insistió al club en querer irse, encontrándose de inicio con la negativa del club, que le recordó que debía cumplir su contrato, que si bien expira el 30 de junio el técnico entendía que no tenía razón de ser su continuidad una vez acabada la liga.
Llorente, que al final no viajará a EEUU hasta el domingo al tratar la última hora del convenio con Bankia, dio a Emery el permiso para volver, en una conversación telefónica no desprovista de tensión. Ante la "continua insistencia" de Emery, que según el club adujo incluso "motivos familiares" entre sus argumentos, Llorente acabó cediendo. Le dio finalmente permiso para viajar no sin espetarle que, si cumplía su voluntad, no haría falta que se reincorporarse a una gira por la que el Valencia se embolsará medio millón de euros.
Así, Unai da por finalizada su etapa en el Valencia. Será su segundo técnico, Juan Carlos Carcedo - quien le acompañará en el periplo en la liga rusa- el que se haga cargo del Valencia en lo que queda de gira en la tierra del "soccer".
Se congelan los precios de los abonos
El consejo de administración, reunido ayer de forma informal en un almuerzo, acordó ayer congelar los precios de los abonos de la próxima temporada. Incluso, en algunas zonas del estadio, los asientos serán más económicos. Ese fue el principal punto tratado en la reunión. En la directiva valencianista preocupa mucho el descenso de la asistencia a Mestalla, influenciada por la crisis económica y alimentada también por algunos desencantos deportivos con el equipo. En una sola campaña se experimentó un bajón de casi cinco mil socios, y la media no ha superado los 37.000 espectadores. En este sentido, el club prevé algunas novedades también para el formato de la Liga de Campeones, en la que se vieron muchas butacas vacías en la edición de la temporada recién concluida. El club tiene previsto dar a conocer la nueva campaña de abonos en la primera semana de junio.
El consejo de administración, reunido ayer de forma informal en un almuerzo, acordó ayer congelar los precios de los abonos de la próxima temporada. Incluso, en algunas zonas del estadio, los asientos serán más económicos. Ese fue el principal punto tratado en la reunión. En la directiva valencianista preocupa mucho el descenso de la asistencia a Mestalla, influenciada por la crisis económica y alimentada también por algunos desencantos deportivos con el equipo. En una sola campaña se experimentó un bajón de casi cinco mil socios, y la media no ha superado los 37.000 espectadores. En este sentido, el club prevé algunas novedades también para el formato de la Liga de Campeones, en la que se vieron muchas butacas vacías en la edición de la temporada recién concluida. El club tiene previsto dar a conocer la nueva campaña de abonos en la primera semana de junio.
Por otro lado, en el mismo cónclave, Llorente siguió aportando un mensaje de tranquilidad al resto de consejeros respecto al convenio firmado por Bankia. El máximo dirigente no ve peligrar la ejecución del protocolo de intenciones urbanísticas a pesar de los problemas sufridos por la entidad financiera, abocada a un plan de saneamiento con una inyección de capital público estimada en 19.000 millones.
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