El Valencia ya sólo trabaja para el futuro. El Consejo de Administración ratificó el pasado lunes el fichaje de Mauricio Pellegrino y dio luz verde al proyecto deportivo, el que atiende a la planificación de la plantilla. Habrá recortes en cuanto al número de efectivos con ficha profesional (entre 20 y 21 se considera la cifra idónea para reducir costes) y los fichajes serán contados. Pero hay dos futbolistas, Bruno Soriano (Villarreal) y Siqueira (Granada), a los que se les sigue de cerca por dos motivos: por las posibles salidas que pueda haber en la actual plantilla y por la situación que atraviesan sus respectivos equipos en la clasificación, pendientes del descenso el domingo.
La secretaría técnica del Valencia ya ha preguntado por Siqueira y la próxima semana se quiere volver a hablar con el entorno del brasileño. En verdad su salida de Los Cármenes (aún teniendo cuatro años más de contrato y 15 millones de cláusula) no está tan sujeta al descenso del Granada, porque novias no le faltan. Sí lo está la oferta que el Valencia le pudiera presentar al futuro de Jordi Alba. La negociación para la renovación del catalán continúa sin zanjarse, aunque a día de hoy tampoco ningún club ha presentado oferta. Sólo en el supuesto de que se marchara Jordi Alba, se acometería la contratación de un lateral izquierdo.
Matices diferentes tiene el caso Bruno. Para empezar, el Valencia si quiere sí tendrá hueco en la medular para él y además reduciendo plantilla. Tino Costa y Topal tienen ofertas para abandonar la entidad y ninguno lo descarta. El Valencia no vería mal ejecutar ese dos por uno. Pero hay el hueso es el Villarreal. De la necesidad de vender -y el domingo pueden ser más o menos- y lógicamente de las ofertas que reciba el club amarillo dependerá.
Pellegrino quiere apuntalar la zaga
Mauricio Pellegrino prepara su proyecto en el Valencia desde la distancia. Quiso mantenerse en un segundo plano y lejos de los focos hasta que la era Emery finalice por completo y está en Argentina. En junio iniciará su desembarco en Paterna. El técnico tiene en su hoja de ruta comenzar la casa por los cimientos. En su pauta no figuran nombres sino conceptos defensivos que desde el primer día quiere implantar en su equipo.
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