Mientras Mehmet Topal miraba desde el banquillo ayer el triunfo de su selección en Sofía contra Bulgaria (0-2) y Manuel Llorente se daba el gustazo de ver por primera vez en su vida un rodeo vaquero en Houston, en Turquía le seguían dando vueltas al futuro del centrocampista blanquinegro. Tantas vueltas llevan dándole desde hace unos días que si el sábado se decía que Topal ya era jugador del Fenerbhaçe por un traspaso de seis millones de euros, ayer era un diario nacional ('Hurriyet') con una importante tirada el que insistía en lo mismo pero matizando la cifra.
Volvía a dar por hecho que Topal ya lo tiene cerrado con este club y esta vez el montante de la operación lo situaba en una cantidad menor a la anterior: cinco millones de euros. La noticia no cogió desprevenido a Manuel Llorente en pleno rodeo, pero desde el Valencia se mantiene la misma versión que hace unos días: que sobre la mesa sólo hay lo mismo y esto, por desgracia, no vale de momento no se traduce en ni un solo euro. Que Topal vaya a regresar a Turquía es una opción que conforme pasen los días tomará el empujón definitivo pero en estos momentos el Valencia es un mero observador de cómo los medios de comunicación manejan los habituales vaivenes del mercado futbolístico veraniego.
El Valencia sí sabe del interés, sí tiene más o menos certeza de que Batur, el poderoso e influyente agente que tiene Topal en Turquía, acabará por colocarlo en alguno de los tres clubes más fuertes económicamente hablando: Fenerbahçe, Galatasaray y Besiktas. Pero la empresa que representa en España al futbolista maneja la misma versión que el club. Lo que en Turquía tiene un color, aquí se difumina casi por completo. Cierto es que al Fenerbahçe le hace falta cubrir el vacío que ha dejado Emre Belözoglu, que se ha comprometido por dos temporadas con el Atlético de Madrid (ha llegado libre).
De todas formas, lo que es evidente es que el Valencia tiene bastante claro que con dos años de contrato todavía por delante y con un rendimiento cargado de altibajos, es un buen momento para hacer negocio por él, sobre todo porque todo lo que sea negociar por cinco millones o más, significaría obtener beneficios.
Hace dos veranos, Topal costó 4,2 millones y aunque llegó para ir relevando poco a poco a Albelda, al final el que ha lucido la condición de titular en los partidos de más peso ha sido el de Pobla Llarga y no un turco que no ha sabido conectar en ningún momento con la realidad valencianista.
Maduro y... ¿Bruno?
Pero también es verdad que por muchas ganas que tenga el club de sacar tajada por el pivote, a Pellegrino se le produce un agujero importante en su plantilla. A Maduro -aunque parezca sorprendente después de su rendimiento- el Valencia le ha convencido para congelarlo y que estire todo lo que pueda el trance de estar sin equipo.
El holandés ha acabado contrato y aunque se ha quedado sin Eurocopa, la dirección técnica valencianista lo considera un futbolista aprovechable. Aún así, a nadie se le escapa que con dinero el club agitaría el mercado y ya se sabe que el villarrealense Bruno es con diferencia el futbolista que más agrada. Otra cosa es que se pudiera fichar y según a qué buen precio. De sobra conocido es que a Fernando Roig no le sentó nada bien que cuando tenía un punto su equipo casi amarrado en Mestalla acabara perdiendo por 1-0 en los últimos segundos. En el siguiente partido se produjo el descenso de categoría y ese puntito del campo blanquinegro le hubiera dado por salvado.
De cualquier manera, el Valencia ha echado el freno en lo que se refiere a su actividad de mercado. Con Jonathan Viera, Joao Pereira y el último -aunque está atado desde el verano pasado- de Andrés Guardado, el apartado de fichajes se ha medio cerrado. Al margen de Topal, el que puede abrirlo también es Tino Costa. Es curioso pero el Valencia se desprendería, de producirse ambas fugas, de una pareja considerada como titular y que ha compartido titularidad en una docena de ocasiones esta temporada recién finalizada.
Con Tino el Valencia está igual que con el turco: a la expectativa. En Turquía se apuntó que el Fenerbahçe quería a los dos y se estiró la cifra de la doble compra hasta los 14 millones de euros. El club de Mestalla no se lo pensaría ni un segundo. Pero el argentino se ha mostrado más proclive a volver a Francia que a probar la experiencia turca. Por Tino ya mostró hace meses un firme interés el Lille, que acaba de traspasar a su delantero Eden Hazard al Chelsea.
En este juego de fechas, de filtraciones, de posiciones aparentes y reales, el otro gran frente que tiene abierto el Valencia es el que protagoniza Jordi Alba. Al único futbolista que va a tener el club de Mestalla en la Eurocopa es precisamente al único que lleva meses y meses sin poderlo atar. Dentro de doce meses quedará libre y hoy en día Jordi Alba es un 'producto' sumamente apetecible.
Tanto que desde Barcelona otra vez se vuelve a cargar la escopeta y el lateral está en el centro de la diana. Justo el mismo día que su agente, José Manuel Tárraga, confesaba a LAS PROVINCIAS que su deseo principal es llegar a un acuerdo de renovación con el Valencia antes de que se inicie la Eurocopa, desde la Ciudad Condal se publicaba que el Barça y Jordi Alba ya tenía el acuerdo cerrado. Es más, cifraban en 10 millones el traspaso.
«El lunes no teníamos nada y hoy tampoco», se limitó a aclarar ayer de nuevo el representante del joven jugador catalán. Con Llorente todavía por Estados Unidos, hasta que no vuelva el presidente será complicado que se mueva algo.
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